Frank Correa

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - El sábado 19 de febrero, en horas de la mañana, simpatizantes del gobierno se congregaron, en Jaimanitas, frente a la vivienda de Francisco Chaviano, portavoz de la Agenda para la Transición Cubana, para  realizar un acto de repudio.

En aquel momento el líder opositor no se encontraba, y los simpatizantes entraron en la propiedad, subieron a la azotea, borraron un cartel escrito  por Chaviano el día anterior, como respuesta a unos huevos que varios desconocidos le habían lanzado desde la calle. El cartel decía: “La sección 21 de la policía política nos tira huevos por querer cambios”.

La Agenda para la Transición Cubana es la fuerza opositora de mayor relieve del cambio en la isla. En casa de Chaviano se reúnen mensualmente los líderes políticos y representantes de las provincias, y funcionan como parlamento de la oposición.

Al grupo inicial que encabezaba el jefe de gobierno del pueblo y se marchó luego de gritar consignas patrióticas, siguió una representación de los trabajadores del círculo social obrero Marcelo Salado, cuya puerta trasera da a la fachada de la casa de Chaviano. Dependientes y cocineras  pintaron un cartel en el muro: ¡Viva Fidel, Viva Raúl, Viva la revolución! Se reían, se burlaban del ex preso político y vicepresidente de la Unidad Liberal de la República de Cuba. Las imágenes de los manifestantes quedaron  grabadas  por las cámaras de Chaviano y su esposa, Ana Aguililla.

Los que pintaron el cartel son conocidos por los habitantes de Jaimanitas como los “robapollos del Marcelo”. El nombre se debe a que estos sujetos se dedican a sacar a hurtadillas, por la puerta trasera del círculo social, los productos asignados a actividades populares, para venderlos para beneficio personal. Esta manera colectiva de robar en los centros de trabajo se ha generalizado hasta tal punto en Cuba, que en vez de robo, lo llaman “lucha”. Si apoyas al gobierno comunista puedes robar sin mucho problema, “luchar”  y vivir. A esa gente no le interesa el cambio; más bien le temen. Quizás piensen que con un dueño que controle y exija, no hay “lucha”. Para ellos son mejor Fidel y Raúl.

Los robapollos no son el pueblo de Cuba. Ni por sus  mentes pasa qué sería de ellos si de pronto se  asoma a las calles de Jaimanitas el verdadero pueblo de Cuba, para cobrarles todos los pollos robados y revendidos sin autorización.

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