Ana Aguililla Saladriga 

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) -  El problema del transporte  en Cuba está a punto de provocar una nueva crisis. Las personas se aglomeran en las paradas de ómnibus. Esto ocurre sobre todo en las horas pico, cuando los usuarios intentan trasladarse hacia el trabajo, o regresan a sus hogares.  

La periodista Suleidy Peñate realizó un reportaje informativo para el canal Habana, donde se aprecia una multitud molesta en la primera parada de la ruta del ómnibus P-1, en el municipio Playa.  

Los entrevistados manifestaron su inconformidad por el tiempo que emplean en moverse de un lado a otro de la capital. Por insistencia de la reportera, se resaltó la imposibilidad de viajar en taxis particulares, debido a lo cara que resulta esta alternativa. Sin embargo en el reportaje se obvió mencionar que los taxis estatales cobran aun más y en pesos convertibles. 

Un chofer de la ruta destacó el problema que representa el sistema GPS con que cuentan estos ómnibus. Según él, éste controla las paradas que se ven forzados a realizar fuera de lugar, producto del exceso de pasaje. Como consecuencia se sanciona a los choferes frecuentemente a quedar fuera del trabajo por un tiempo, lo que hace que haya menos disponibles.   

La cámara grabó a un ómnibus que pasa por la parada sin recoger pasajeros. Luego otro que los recoge fuera del lugar donde debe hacerlo. Más tarde atrapan al encargado de darle salida a los ómnibus fuera de su puesto y lo increpan con insistencia, como si se tratara realmente del culpable de todos los males. 

En sentido general, la periodista hace recaer la responsabilidad de los problemas de transporte en los empleados del ramo. No toca el tema de las afectaciones que se producen porque el gobierno utiliza estos medios para garantizar el transporte de movilizaciones políticas. No menciona la cantidad de ómnibus que están fuera de servicio por falta de piezas de repuesto porque que los acreedores ya se niegan a suministrarlas, debido a la morosidad del gobierno en los pagos.  No se señalan tampoco los problemas tecnológicos de los ómnibus articulados de fabricación rusa, dos terceras partes de los cuales están rotos, parados en las terminales.

Líneas que transportan una gran cantidad de público, como las de Santiago de las Vegas y las de las playas del Este, han hecho crisis. Por eso se utilizan las guaguas chinas marca Yutong, que han resultado más resistentes para cubrir estas rutas, lo cual provoca una notable disminución del servicio como en el caso del la P-1. 

La periodista tampoco se refirió al salario de los choferes, en otros tiempos bien remunerados.  En fin, el transporte público de la capital vuelve a ser tema obligado de conversación, no por su eficiencia, sino por los problemas de siempre.