Laritza Diversent 

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - En marcha indetenible la última bola noticiosa de actualidad callejera. Los 10 huevos que tocan per cápita, por la cuota, serán sustituidos por un paquete de huevo en polvo. Se prevé un desabastecimiento del producto fresco. Los cubanos están preocupados. Sienten que regresan en el tiempo al año 93, cuando más crítico se puso el aun vigente Periodo Especial.  

No hay fuente oficial que confirme estos comentarios, pero cuando están en la calle tienen cierto nivel de confiabilidad. En Cuba, es como si no existieran los medios de comunicación. Lo que para ellos es puro chisme, para el pueblo es el termómetro de cómo está la ‘cosa’ y como debemos prepararnos. En nuestra realidad esa es la función, de lo que popularmente se conoce, como Radio Bemba y Tele Chisme.  

También se dice que vendrán, por la libreta de racionamiento, pollitos recién nacidos. Tal vez  sea una de las medidas estatales para eliminar subsidios y una forma de enseñarnos a producir nuestros propios alimentos. Quizás la población, viendo el desabastecimiento de los mercados, presuma que los tiempos más negros regresarán.  

Esas son las noticias frescas del momento. El diario Granma no dice nada. A lo mejor dentro de unos días, algún periodista de la prensa oficial, en cumplimiento de una orden del Partido Comunista, aclarare que todo es una maniobra del imperialismo yanqui; que intenta crear una crisis y desestabilizar la ‘invencible Revolución Cubana’.  

Por supuesto, el reportaje vendrá después que empiece el acaparamiento y la reventa a sobreprecio. Crisis de desabastecimiento, primer resultado cuando empiezan a rodar comentarios de este tipo. El que tiene dinero aprovecha y compra para sobrevivir a la escasez. Garantiza comida y de paso, ganancias.  
Quizás los medios no hablen del tema. O, si lo hacen, sea para informar que el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular, en cumplimiento de una orden del Consejo de Estado, emitió una instrucción (que no se publicará en Gaceta Oficial de la República, para conocimiento de todos), que agrava las sanciones para los  acaparadores y especuladores.  

De todas formas, la policía detiene a todo el que vea con más de dos cartones de huevos. No importa que adquirieran cantidades inferiores a las necesarias para el consumo familiar. Es necesario tomar medidas ejemplarizantes con los que trafican, cuando el país tiene una ‘situación especial’. 

Sanciones y multas para esos “inescrupulosos acaparadores y vendedores”. Así se matan dos pájaros de un tiro: se aguanta un poco la actividad ilegal del mercado negro y se asegura mano de obra gratuita para la agricultura y la construcción. El Estado se beneficia de estas bolas callejeras, como si las echara a rodar con toda intención.   

La imposición de medidas sin consultar a sus destinatarios, la falta de información y los secretos de Estado, obligan a vivir a los cubanos al margen de las regulaciones gubernamentales que, a derechas ni conocen. En las calles se crea una red de noticias que se filtran, en la mayoría de los casos, de las reuniones de alto nivel. Es así como nace la última bola noticiosa del momento.