Tania Díaz Castro 

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Desde hace algún tiempo, el gobierno cubano ha puesto en práctica una nueva modalidad para no sólo reprimir, sino intimidar y asustar a opositores pacíficos y periodistas independientes.

Alguien del exilio, al conocer el método empleado por los policías políticos y los miembros del orden nacional, lo llamó “represión express”, porque todo es tan rápido como hacer unos espaguetis con algo de salsa enlatada.

Al escritor y periodista independiente Frank Correa, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba -UNEAC- y vecino del poblado habanero de Jaimanitas, quien vive en una casita tan humilde que seguramente los represores sintieron pena al visitarlo, se lo llevaron de su casa en un carro patrullero a las seis de la mañana el pasado jueves 5 de febrero. No le dieron explicación alguna, ni le mostraron una orden de arresto.

En la estación de policía, junto a detenidos por comercio ilícito, ladrones, jóvenes proxenetas y vendedores de droga, estuvo el periodista durante doce horas. A las seis de la tarde se presentó en la celda colectiva un guardia qu pronunció en alta voz el nombre de Frank Correa y, cuando lo tuvo delante, apenas sin mirarlo a los ojos, le dijo que podía irse. 

Nunca lo entrevistaron, ni le explicaron por qué había permanecido allí. No obstante, no era difícil adivinar que se trataba de una maniobra para impedir su presencia en una reunión de la Agenda para la Transición Cubana, organizada en la casa de Francisco Chaviano, a poca distancia de donde vive el comunicador independiente.

Los cubanos que llevamos más de veinte años en este largo y sufrido quehacer del Movimiento de Derechos Humanos, recordamos los métodos empleados por el ministro del Interior, José Abrantes, condenado a 20 años de cárcel en 1989 y muerto misteriosamente en su celda al poco tiempo.

En nada se parecen aquellas acciones violentas de la Seguridad del Estado en aquellos tiempos- que incluían torturas, largas detenciones y condenas de muchos años, contra los activistas pacíficos-, a estas de hoy. ¿Quiere esto decir que los viejos  mandamases militares de nuestra tiranía se han debilitado? ¿Será que los agentes de la policía política andan ya en sus motos un poco cansados? ¿Será quizás que los dictadores no quieren pagar el precio político de enviar a los disidentes a cumplir largas condenas en las cárceles, como ocurrió en la Primavera Negra de 2003?

No sabemos por qué emplean ahora este el nuevo método de “represión express”, que consiste en hostigar y detener continua, pero brevemente, a los disidentes. Tampoco sabemos si continuará en lo sucesivo esta nueva modalidad raulista como forma preferida de represión, o regresaremos a los tiempos de las larguísimas condenas. Sea lo que sea, debemos alertas. Las tiranías no descansan en su empeño por mantenerse en el poder.

El señor Ramiro Valdés, gran especialista cubano en represión, anda de viaje por Venezuela donde, según Chávez, ¨corrientes de locura de la oposición buscan incendiar el país”. Supuestamente, ha ido a dar consejos sobre “electricidad”.

Veremos qué aconseja el anciano represor castrista para frenar esas llamadas “acciones terroristas” del pueblo venezolano, ahora que en Cuba se ha puesto de moda la “represión express”.