IMPRIMIR
Si te gusta el reguetón

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Ningún género musical debe satanizarse, pero en Cuba el arte está subordinado a la política, en dependencia de lo que los llamados investigadores sociales entienden como “manifestaciones afines, o no, a altos intereses del Estado marxista-leninista”.

Los hechos violentos protagonizados recientemente por alumnos de la escuela secundaria Fructuoso Rodríguez, ponen en entredicho los patrones éticos impuestos por las autoridades.

Un grupo de adolescentes se encontraba recientemente en una fiesta en una casa situada en 5ta. y A, en el Vedado. Alguien puso un Cd de reguetón cuya letra era una verdadera incitación a la violencia. Apenas se escucharon las primeras palabras: “Y me quito la camisa…”, sonó la primera bofetada, y ardió Troya, alentados los muchachos en la letra de la canción. Varios utilizaron como armas cuanto objeto encontraban a su paso.

La riña se extendió a la vía pública y fue a parar hasta la intersección de las calles 13 y 6, a 5 cuadras del lugar donde comenzó. El escenario se complicó cuando tres jóvenes confundieron la trifulca propia con un incidente ajeno que involucraba a un amigo. Uno de los jóvenes, hijo de un jerarca militar, emprendió la persecución de los involucrados en la bronca ajena, blandiendo una pistola Makarov.

Los bandos implicados continuaron la trifulca en el parque John Lennon, cercano al lugar. Los brazos en alto y la Makarov eran las brújulas que marcaban las tensiones. Al fin,  los jóvenes se marcharon en direcciones opuestas, y por fortuna no hubo disparos, sólo lesiones leves. La policía nunca apareció. “Las broncas, a veces se sabe cómo comienzan, pero nunca cuándo y cómo terminan” – dijo el padre de uno de los jóvenes.

El género musical reguetón, que aparentemente desencadenó la furia en este caso, fue promocionado desde sus inicios por los medios oficiales, con el objetivo de reducir el auge del rock, que el régimen siempre ha visto como la música del enemigo, una “desviación ideológica”.

Algo similar ocurrió en la década de los 60, cuando las autoridades culturales comunistas vetaron principalmente a The Beatles y a toda la música de rock en inglés, mientras promovían para las masas, a través de los medios, completamente controlados por el gobierno, ritmos locales como el Mozambique, de Pello, el Afrocán, cuyas actuaciones frecuentemente generaban riñas tumultuarias.



http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.