Odelín  Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - A las calles se lanzaron los “colaboradores” de las autoridades electorales cubanas. Supuestamente ninguno milita en el Partido Comunista, Hay quien dice que son los propios vecinos quienes llevan los listados de los electores, también el registro de los invalidados a ejercer el voto y los residentes temporales. Todo debe estar amarrado antes de las elecciones de los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, programadas para abril próximo. 

Casa por casa se comprueba el listado preliminar de electores. En este se señalan con asteriscos algunos de los nombres, dígase personas fallecidas, enfermos mentales, desaparecidos, emigrantes, reclusos, colaboradores internacionalistas o residentes fuera de circunscripción. No será el último pase de lista ni el primer disgusto del “poder del pueblo”. Todavía queda trecho por andar y recovecos donde buscar electores de último minuto.  

Sin dudas la Comisión Electoral Nacional tendrá que idear sus carambolas en repartos donde el recurso de persuasión significa tarjeta no válida. ¿Qué harán en La prosperidad, Reboredo, Las piedras, Martín Pérez, La cuevita o Siboney, barrios del municipio capitalino San Miguel del Padrón? En ellos viven cientos de vecinos que no simpatizan con las urnas, menos con el gobierno, pero de alguna manera son arrastrados a las urnas.  

Ya que no existen limites para los mandatos electorales en Cuba, es posible que se vote por el mismo delegado municipal. Tal vez no. Un clon será, si consideramos que tiene un mínimo de simpatía o de aporte al gobierno municipal, algo diferente de sus antecesores. Sabemos que la maquinaria electoral está gastada, pero es preciso justificar la astronómica cifra de 1 millón 301 mil 203 planteamientos hechos en consultas populares, y el absolutismo del apellido Castro para la venidera campaña de 2012.   

Claro está, quien nos representará en el futuro será el mismo que argumentará que no hay esto porque escasea lo otro; que a falta de pan tendremos cazabe mientras se rectifiquen los errores cometidos. Que el salidero de la esquina es responsabilidad de la empresa estatal Aguas Negras y que si son negras las aguas, le corresponde a Higiene y Epidemiología aclararlas. La mera excusa al servicio de ellos mismos, sobre la base de sonrisas y promesas que se vierten a granel en asambleas de barrio. 

El pueblo cree postular sin intromisiones del partido único. Marcha a las urnas a paso de conga y con un adelanto en la distribución normada de pollo despechugado y de jurel sin cabeza. Como dijera un vecino: “A fuerza de costumbre, tal si fuese la campaña de vacunación o algún censo para la repartición de electrodomésticos.”  

En una de sus intervenciones, el líder de la revolución Fidel Castro dijo: “Postula el pueblo, en cada circunscripción se reúnen y los vecinos proponen y postulan, sin la intervención del Partido, no es el Partido el que postula. En ese proceso no puede intervenir el Partido”. 

Se supone que no todos los que intervienen en el proceso electoral pertenecen al partido único. Sin embargo, “casualmente”, de ahí salen todos los elegidos. ¿Existe algo más transparente que votar por “alguien” al que creo conocer y a su vez este vota por el único candidato a la presidencia del Consejo de Estado, Raúl Castro? Eso nos hace, dicen los voceros del Concejo de Estado, “diferentes al resto de las democracias representativas”.  

Como al parecer son los Guaracheros de Regla y no los militantes del Partido Comunista de Cuba, los que arman la comparsa electoral, sobra decir que los diputados electos serán el resultado de un 97 por ciento o más de participación en los sufragios a nivel nacional. 

Así es el ajetreo electoral en Cuba, movilización de voluntarios sin estatutos que llevan consigo las listas preliminares de electores. Esperemos que no se traspapelen en ese trayecto largo y angosto de campaña. Si se da el caso, los asteriscos jugarán un papel determinante en los resultados.