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Irse de rosca

Jorge Olivera Castillo, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Están desvalijando los ómnibus marca Yutong en Victoria de las Tunas, al este de Ciudad de La Habana.

Los depredadores han empezado por los tornillos que sujetan los tubos donde se agarran los pasajeros para compensar la acción de los frenazos, las sacudidas motivadas por un bache o el arranque provocado por el chofer que pisa el acelerador como si fuera su peor enemigo.

Hasta ahora no hay confesiones de culpabilidad. Una prolongación de las pesquisas sin resultados tangibles, obligaría a los tuneros a danzar encima de los autobuses con tal de mantener el equilibrio. ¿Cuántas personas estarían dispuestas a viajar dando saltos de un lado a otro?

 Si los ladrones siguen con su “amor” por los tornillos de las Yutong, se estaría aumentando el ritmo de los pasos hacia la deshumanización. ¿Cuál sería la diferencia entre el traslado de un hato de cerdos en una camioneta y la precariedad de un viaje haciendo piruetas para no caer en el piso del ómnibus a falta de aditamentos para evitarlo?

Aunque el asunto pudiera estimarse en el rango de la banalidad a partir de su naturaleza absurda, es sólo el guiño de un entramado de mediocridades, disparates y otros incidentes que se reproducen en el contexto nacional. 

El hurto, en todas sus variantes, y el ejercicio de la violencia ante cualquier controversia, son componentes de una cotidianidad que roza la anarquía. Valga apuntar que, en sentido general, no ha sido elección de los cubanos esta situación. Tal masividad de proyecciones, contrapuestas a los patrones educativos, como la decencia y la honradez, el abrupto descenso de la ética y la moral, y la falta de sentido de pertenencia, responden a una arquitectura política, económica y social impuesta a partir de la coerción.

Que poco a poco un grupo de tuneros desarme los seis ómnibus Yutong recientemente asignados, es un acto mínimo dentro de una madeja de acontecimientos que acontecen a diario en el país.

El tema en cuestión apareció  en una de las ediciones del periódico Granma. Quien suscribe el artículo llama a una rápida acción contra los depredadores de tornillos y arandelas. Ataca la pasividad y la indiferencia frente a perjuicios ocasionados por los responsables de los hechos vandálicos.

Nadie duda que en Victoria de las Tunas estén ocurriendo cosas mucho más graves en cuanto a robos se refiere.

Hay que apretar la tuerca”, así titula Pastor Batista su artículo publicado en el periódico Granma el 5 de febrero. Lástima que no se haya enterado que hace tiempo, a causa de la centralización, la tuerca social se fue de rosca.

oliverajorge75@yahoo.com




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