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La mujer en la Masonería

Gustavo E. Pardo Valdés

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Desde los primeros años de la fundación en 1717 de la Masonería Moderna Especulativa, hubo masones que tuvieron la inquietud de por qué se le negaba a las mujeres la participación en una sociedad caracterizada por el libre pensamiento. 

En el siglo XVIII el Gran Oriente de Francia introduce algunas innovaciones en los preceptos básicos adoptados por los fundadores de la institución en Londres, dando origen a lo que en Masonería se conoce como Irregularidad. 

Entre estas iniciativas se encontraba la creación en el año de 1744 de la Masonería de Adopción, la cual constaba de los tres grados simbólicos universales, a los que se le añadió un cuarto grado denominado Maestra Perfecta. Aunque esta creación constituyó un paso de avance en el sentido de abrir la Masonería a la mujer, ellas se hallaban supeditadas a la directiva de la logia masculina auspiciadora. Esta opción trató de ser introducida en Cuba, sin que dicho esfuerzo llegara a cristalizar. 

Otra iniciativa en este sentido lo constituyo la fundación en 1850 de la Orden Estrella de Oriente, ideada por Robert Morris, que en 1858 fue Gran Maestro de la Gran Logia de Kentucky, en los Estados Unidos.

Esta Orden fue establecida en Cuba en el año 1874, aunque su mayor difusión la logró a partir del 9 de mayo de 1914, fecha en que Aurelio Miranda funda el Capitulo Mercedes Mora No.1 en su residencia, en la Aguiar 138, Habana Vieja. En la introducción de esta Orden en la Isla, tuvieron participación los ex grandes maestros, Calixto Fajardo, Fernando Figueredo, y el antes citado Aurelio Miranda, que era proclive a la incorporación de la mujer en la Masonería. 

En 1936, el Gran Maestro Gabriel García concibió la idea de darle participación a la mujer en la Masonería, sin vulnerar los antiguos límites de la fraternidad, creando la Orden Hijas de la Acacia, que estaría integrada por mujeres. La filial #1 de esta Institución fue fundada en la Catedral de Escocia el 21 de marzo de 1921.

La nueva Orden adoptó los principios Paz, Amor y Caridad, y se propuso  promover la paz como aspiración máxima del hombre. El progreso alcanzado por esta asociación motivó que el 21 de mayo de 1943, fuera constituido el Gran Consejo, órgano superior de la Orden.

En su momento de mayor esplendor, las Hijas de la Acacia llegaron a contar con 15 mil asociadas, distribuidas en 92 filiales establecidas a través la Isla, y tres en Centroamérica.
La actual Muy Gentil Mentora de la Orden es la licenciada María Elena Reyes, y sus  principales logros han sido la apertura de la Academia Cubana de Altos Estudios Acacistas; el cambio de la denominación de filiales por Logia, y la fundación de seis de ellas en diversos puntos del país.

Aunque la Masonería Mixta El Derecho Humano surge en 1992, también en Francia esta nueva versión masónica fue introducida en Cuba en el año 2007, al ser organizadas las logias Venus en Ciudad de La Habana, y Victoria, en la ciudad de Pinar del Rio. 

La Masonería Femenina o Mixta nunca ha logrado arraigarse en el contexto de las tradiciones masónicas cubana; prueba de ello es que las logias femeninas antes se encuentran actualmente en estado de franca decadencia, realizando sus trabajos de forma itinerante, y sufriendo la pérdida constante de sus afiliadas, muchas de las cuales pasan a engrosar la Orden Hijas de la Acacia. 

Masones cubanos, proclives a la incorporación de la mujer a los trabajos masónicos, piensan que de ocurrir esta práctica en Cuba, inevitablemente ello ha de ser a través de la Orden Hijas de la Acacia.




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