Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Silvio Benítez Márquez, líder de una de las agrupaciones liberales de Cuba y portavoz de la Plataforma Candidatos por el Cambio, denunció el viernes pasado en La Habana el acoso que sufren los activistas independientes que aspiran a presentarse a las elecciones parciales convocadas por el gobierno para el 25 de abril de 2010.

El comunicado emitido por el opositor afirma que la persecución es “orientada desde los más altos hilos del poder, para soliviantar la disposición y voluntad de los protagonistas de una propuesta participativa, que busca como objetivo aspirar a ser nominados en las elecciones para delegados de circunscripción”.

Especifica el documento que “el lunes 18, en horas de la mañana, dos ejecutivos de la organización fueron víctimas de la estéril intransigencia gubernamental, que les inhibió el derecho de su participación en el lanzamiento de la Plataforma de Candidatura, Candidatos por el Cambio”

Uno de los agraviados fue Nelson Rodríguez Chartrand, abogado de profesión y residente en Miramar, quien fue citado a la estación de policía de Playa, el sábado 16, y días después convocado por las mismas huestes represivas para el tribunal de ese municipio, donde se le advirtió que sería revocado de su profesión si insistía en su posición contestataria.

El mismo discurso amenazador fue utilizado contra Yoanny Rojas Ramírez, vecino de Guanabacoa, hostigado junto a sus familiares por los agentes de la policía política que lo sorprendieron en su apartamento.

Los promotores de esa iniciativa ciudadana deploran las medidas coercitivas contra los activistas que expresan su disposición a presentarse en las elecciones organizadas por los comunistas, cuyo partido “se niega a escuchar y respetar la voluntad de la emergente sociedad civil, a la que se trata de excluir y silenciar mediante el terror, para mantener el poder monolítico del estado-partido único”.

Desde octubre de 2009, los animadores del proyecto Candidatos por el Cambio realizan consultas con representantes de agrupaciones opositoras, para difundir los nombres de los ciudadanos dispuestos a postularse para delegado en las elecciones municipales, base del andamiaje formal que legitima al régimen de los Castro, cuyo partido designa y controla las candidaturas, por lo cual deplora las iniciativas paralelas que romperían su monopolio político.

Aunque aún es minoritaria la alternativa opositora que intenta acceder a los mecanismos legales para transformarlos desde dentro, la embestida represiva contra los Candidatos por el Cambio evidencia la preocupación de los funcionarios comunistas, que ven un peligro real en quienes “respetando la ley, intentan modificarla pacíficamente”.