Es
casi medianoche y unos 150 jóvenes cubanos se reunieron en
un bar junto a una carretera para un concierto no autorizado
de Los Aldeanos, la banda 'underground' más famosa de Cuba.
'Lo que estás viendo en realidad no está ocurriendo', bromea
un joven con una gorra de béisbol ladeada.
Oficialmente se trata solo de un DJ disparando rap en un
bar somnoliento en algún lugar del sur de La Habana.
Pero en realidad todos vinieron para ver a Aldo 'El Aldeano'
Rodríguez, un cubano de 27 años que lidera una revolución
del hip hop con críticas frontales a la sociedad cubana.
Marginado de los establecimientos oficiales, su concierto
no fue anunciado. Sólo un puñado de fans fueron avisados de
boca en boca o recibieron las coordenadas del concierto por
mensajes de texto.
El Aldeano, con sus dreadlocks cubiertos con una bandana
y vistiendo una chaqueta de camuflaje, irrumpe de golpe en
escena con un micrófono en la mano.
Las letras que todo el mundo sabe de memoria y canta con
él hablan de frustración, prostitución, acoso policial, desigualdad,
corrupción y otros problemas sociales raramente tocados por
la vasta producción cultural cubana.
'Los Aldeanos se crearon hace siete años bajo el pacto de
hacer la música que queríamos, contestataria', explica El
Aldeano, que tiene un enorme 'El Rap es guerra' tatuado en
su antebrazo derecho.
La banda que formó en el 2003 con su amigo Bian Rodríguez,
un maestro de escuela, es la voz de una generación políticamente
desenchufada que fue criada durante la crisis económica post
soviética de la década del '90.
'Los días pasan, sigo encerrado, censurado / Me siguen mirando
como un disidente connotado / Rechazado por los medios', dice
una de sus canciones.
El Aldeano dice que su arte busca recuperar la solidaridad,
el respeto y otros valores positivos que en su opinión la
sociedad cubana perdió tras décadas de dificultades económicas.
El Gobierno cubano los ha ignorado en buena medida, limitando
su acceso a locales, radios y sellos discográficos estatales.
Ninguno de los 20 discos que Los Aldeanos grabaron por su
cuenta se vende en Cuba y algunos espectáculos terminaron
cuando un funcionario desenchufó el audio.
Pero pese a cantar en los márgenes del sistema cultural,
Los Aldeanos son inmensamente populares entre los jóvenes
de Cuba.
'Ellos hablan de la realidad, dicen las cosas como son. Por
eso nos gustan tanto', dice Pablo, un músico de 20 años que
se pintó a mano 'Los Aldeanos' en su camiseta.
La banda aprovecha su independencia institucional para decir
lo que les da la gana.
En 'Es un sueño', por ejemplo, cantan: '...el transporte
mejoró / los salarios subieron / los precios bajaron / y ya
al rap lo promovieron'.
ESTRELLAS DE YOUTUBE
Los Aldeanos no tienen siquiera una dirección de correo electrónico
a donde escribirles, pero su música esta por todos lados en
internet. Un reciente video tuvo casi 500.000 'hits'.
'Los Aldeanos son estrellas de Youtube. Me refiero a que
son audiovisualmente pirateados en todas partes del mundo',
dice su productora estadounidense Melisa Riviere, presidente
de Emetrece Productions.
La estrella del rock colombiano Juanes los quiso en un mega
concierto que organizó el año pasado en La Habana, pero el
Gobierno se opuso. Los pesos pesados del hip hop portorriqueño
Calle 13 trataron de colarlos el mes pasado en el escenario
de otro show, pero fueron descubiertos.
Su trabajo semi clandestino los está convirtiendo en artistas
de culto en Cuba, donde los jóvenes los paran por la calle
para pedirles autógrafos y tomarse fotos con ellos.
Muchas de sus canciones son grabadas en Real 70, el estudio
del veterano rapero Papa Humbertico en las afueras de La Habana.
Cada sesión implica un viaje en un autobús atiborrado de gente
y una caminata de 3 kilómetros.
En una habitación transformada en estudio, una mampara de
tela floreada aisla al cantante del ruido de los gallos en
el patio. Un micrófono está conectado a una computadora cargada
con software pirata donde Humbertico graba y edita la música
urbana más filosa de Cuba.
'No es necesaria la radio o la televisión para difundir la
música de nosotros. Yo grabo mi música en tu memoria flash.
Tu te la llevas y se la pasas a un amigo, que se la pasa a
otro amigo y así es como se difunde', dice el ex basquetbolista
de 26 años.
¿CONTRARREVOLUCIONARIOS?
El rap infectó Cuba a comienzos de la década de 1990, cuando
algunos jóvenes comenzaron a sintonizar emisoras de radio
de Cayo Hueso con antenas a menudo fabricadas con perchas.
Los Aldeanos son el primer fenómeno nacional.
La agencia oficial de noticias AIN los acusó recientemente
de 'hipercriticismo' y de ser un instrumento contra Cuba.
'Nuestros enemigos no tienen distingos entre mercenarios
a sueldo o inconformes ingenuos e irresponsables. Cualquiera
les sirve, siempre que entonen las notas descritas en la pauta
contrarrevolucionaria', dijo.
Pero Los Aldeanos dicen que su cruda poesía es en realidad
revolucionaria y atacan a aquellos que se solo vuelven críticos
cuando llegan a Miami.
'Yo no sería un hombre revolucionario si yo me callo lo que
pienso cuando tu me preguntas. ¿Porqué tengo que tener miedo
a expresar lo que yo siento? Callarme implica que sigamos
estancados. Eso es lo que yo llamo contrarrevolucionario',
explica El Aldeano.
El Gobierno les permitió tocar el sábado pasado en un teatro
de La Habana para celebrar su séptimo aniversario ante unos
1.000 delirantes aficionados. Cientos de fans se quedaron
en la calle.
El concierto fue visto como una señal de que las autoridades
podrían estar entreabriendo las puertas a Los Aldeanos, aunque
el ingreso al show fue estrictamente controlado y agentes
de la seguridad del estado merodeaban por el teatro.
'No se imaginan todo lo que hemos hecho para estar aquí.
Mil trabas, mil cosas', dijo El Aldeano arrancándole un aplauso
al público.
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