La
participación de más del 94% de electores en los comicios
municipales del domingo comprueba la democracia que vive Cuba,
según el gobierno, pero sobre la jornada electoral la relevancia
la acaparó una protesta del grupo disidente de mujeres Damas
de Blanco que fueron insultadas y hostigadas por simpatizantes
del gobierno.
Las autoridades cubanas se quejan de que la prensa extranjera
le da demasiada importancia a un movimiento disidente pequeño
y dividido con poca influencia en el pueblo, pero el gobierno
decidió sin explicación y tras permitirlas siete años, impedir
la caminata dominical que ese grupo de mujeres realiza, informó
AP.
Wayne Smith, ex jefe de la oficina de intereses de Estados
Unidos en La Habana y que abogó por varios años por el cese
del embargo de Washington contra la isla, explicó que "las
Damas realizaron su caminata desde hace tiempo sin que hubiera
problemas".
El analista político agregó "de repente, cuando Cuba
dijo 'no pueden marchar', se convirtieron en una historia
y la prensa lo reportó".
En Washington algunos se preguntan si la decisión de prohibir
la protesta busca sabotear las relaciones entre los dos países
que parecían en fase de recuperación en los últimos meses.
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton afirmó
este mes que Fidel y Raúl Castro no deseaban el fin de las
sanciones para tener "excusas" por su inmovilismo
político.
En la primera respuesta oficial de la isla, el líder parlamentario
Ricardo Alarcón comentó que ``la señora Clinton es una mujer
muy inteligente, no quiero ser grosero con ella, pero si realmente
cree que continuar con el embargo es para el beneficio de
nuestro gobierno, es muy sencillo para ella que le pida al
Congreso (de EEUU) que levante el embargo''.
Alarcón hizo los comentarios del domingo después de votar
en las elecciones parciales, en las cuales la participación
de electores disminuyó ligeramente a las anteriores de 1997
cuando fue de 97%. Todos los candidatos a puestos de elección
pertencen al partido Comunista en los eventos electorales
de la isla y no se contempla la libre participación de candidatos
de otras organizaciones.
El líder y ex presidente Fidel Castro, de 83 años, no comentó
las elecciones en la columna con la que expresa su posición
respecto a diversidad de temas y que el domingo enfocó en
la política armamentista de Washington.
Mientras se celebraban las elecciones, las autoridades cubanas
impidieron por tercer semana consecutiva que las ``Damas de
Blanco'', esposas de presos políticos, realizarán la protesta
dominical que desde hace siete años se convirtió en una tradición.
Durante siete horas, bajo los frondosos jagüeyes de un parque
del barrio de Miramar, las esposas y madres de algunos de
los 75 disidentes encarcelados en el 2003, oyeron insultos
y provocaciones de los simpatizantes del gobierno mientras
ellas alzaban gladiolos.
Pero la muerte tras una huelga de hambre de un disidente
en febrero dio una nueva imagen de los derechos humanos en
Cuba. Las damas caminaron siete días seguidos en la capital
cubana antes las cámaras de la prensa internacional antes
de ser regresadas en autobuses a sus casas por las autoridades
cubanas.
El gobierno cubano se molestó por la atención recibida por
los disidentes y denunciaron una campaña internacional para
desacreditar a la revolución.
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