Las
autoridades cubanas impidieron por tercer domingo consecutivo
la manifestación del grupo opositor conocido como 'Las Damas
de Blanco', formado por mujeres familiares de disidentes políticos,
que hasta hace unas semanas solía manifestarse a la salida
de misa por una de las principales arterias de La Habana para
pedir la liberación de los presos políticos en la isla.
Este domingo, a la salida de misa de la iglesia de Santa
Rita, la Policía impidió a seis mujeres de este grupo que
iniciaran su manifestación por la Quinta Avenida de La Habana,
y poco después fueron hostigadas duramente por un grupo de
manifestantes procastristas, que les estuvieron increpando
e incluso agrediendo hasta que casi ocho horas después de
su salida del templo, 'Las Damas de Blanco' abandonaron el
lugar.
"A la salida de la iglesia no habíamos caminado ni
siete pasos cuando vino la Policía y dijo que no podíamos
caminar por ahí, que necesitábamos un permiso. Y luego vino
la turba organizada, que no rodeó y empezó a agredir e insultar",
afirma Berta Soler, una de las integrantes del grupo opositor
presentes este domingo en la iglesia de La Habana, en declaraciones
a Europa Press.
Soler afirma que los militantes pro castristas formaron
un anillo en torno a ellas, empujándolas, insultándolas gravemente
y coreando consignas pro gubernamentales, y que más tarde
fueron trasladas por la Policía a un parque cercano a la iglesia,
donde permanecieron hasta que se fueron a casa.
"Nos gritaban los insultos más hediondos, nos faltaban
al respeto a nosotros y a la iglesia junto a la que estábamos,
y encima la Policía les reía las gracias", denuncia Soler,
que añade que como parte del acoso a que fueron sometidas
los manifestantes portaban cacerolas con las que hacían un
ruido ensordecedor al golpearlas con varas metálicas, con
las que también las agredieron, hasta el punto de que las
seis mujeres acabaron "medio sordas". "Era
un tortura física y psicológica", denuncia Soler.
Por otro lado, esta activista denuncia la total connivencia
que existió entre las fuerzas de seguridad, allí presentes
en teoría para protegerlas, y los militantes que las increpaban.
Según Soler, éstos se iban relevando cada pocas horas para
que el hostigamiento hacia ellas no bajara en intensidad.
"La mujer que dirigía todo el operativo, un mujer rubia,
se estuvo besando con un oficial de Policía allí presente
y luego comenzó a increparnos", afirma Soler, que sostiene
que en un momento tomaron el relevo para acosarlas un grupo
de maestros, que eran los que lanzaban las insultos más hirientes.
Desde hace tres domingos las autoridades cubanas impiden
la marcha de 'Las Damas de Blanco' por la Quinta Avenida de
La Habana, a su salida de la iglesia de Santa Rita, para reclamar
la liberación de los presos políticos. Se trata de una actividad
que llevan realizando desde marzo de 2003, tras un periodo
conocido por la disidencia como 'La Primavera Negra de Cuba',
cuando cerca de un centenar de opositores al Gobierno castrista
fueron condenados en la isla por sus actividades políticas.
El Gobierno cubano toleró sin demasiados problemas las manifestaciones
pacíficas de 'Las Damas de Blanco', así denominadas por el
color de sus ropas, hasta el pasado mes de marzo, cuando este
grupo decidió manifestarse durante siete días seguidos por
las calles de La Habana.
Desde entonces les exigen un permiso semanal para poder
manifestarse, un requisito frente al cual 'Las Damas de Blanco'
no transigen. "No hay ninguna ley que impida caminar
por la calle, no vamos a pedir ningún permiso. ¿Quién les
da permiso a ellos (los manifestantes procastristas que las
increpan) para insultar?", se pregunta Soler.
A pesar del acoso a que se ven sometidas, Soler afirma que
'Las Damas de Blanco' no van a dejar de manifestarse por la
liberación de los presos políticos en Cuba. "Vamos a
seguir", afirma tajante.
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