La producción cubana de café cayó en un 90 por ciento y engrosa la lista de importaciones

La producción de café disminuyó en un 90 por ciento en los últimos años en Cuba, donde el Gobierno cubano actualmente unos 50 millones de dólares en importar el grano para garantizar el consumo interno, informó hoy el semanario oficial Trabajadores.

Según datos del Ministerio de Agricultura divulgados por Trabajadores, Cuba llegó a producir 60.000 toneladas de café, pero "ahora apenas alcanza el diez por ciento de esa cantidad".

"El país requiere importar hoy 19.000 toneladas de café por un valor aproximado de 50 millones de dólares para garantizar el consumo de este producto, que tradicionalmente constituyó una importante fuente de ingresos en divisas", indica el semanario.

Además, resalta que la isla necesita producir no menos de 29.000 toneladas del grano limpio para sustituir las importaciones, lo que constituye una de las prioridades de la política económica del general Castro.

Según especialistas citados en el artículo, entre las principales causas de la caída cafetalera están las prolongadas sequías, los huracanes e insuficiencias en el suministro estatal de fertilizantes, herbicidas, insecticidas y herramientas de trabajo a los productores.

También mencionan la introducción de plagas "por manos enemigas" y el éxodo de los productores a otros cultivos "en busca de ingresos superiores".

El semanario resalta que la cosecha del grano "tocó fondo" en 2005, cuando el caficultor se convirtió en el campesino peor pagado del sistema agrícola en la isla, y el Estado tuvo que asumir el subsidio del café dentro de la canasta básica que se vende mensualmente a los cubanos.

"Más amargo no puede ser el trago para la economía cubana", señala Trabajadores, y apunta que "lejos de renunciar a este cultivo, presente en la isla desde hace más de 250 años, la nación ha establecido un programa de desarrollo, que entre 2009 y 2015 pretende revertir el déficit productivo".

La estrategia incluye un nuevo sistema de precios para pagar a los cafetaleros y una reorganización de la producción en las áreas con las plantaciones de mejores resultados.

Cuba gasta más de 1.500 millones de dólares anuales en importar alimentos, por lo que el Gobierno considera que aumentar las producciones es un asunto de "seguridad nacional" para eliminar sus gastos en momentos en que los precios en los mercados internacionales son altos y en que la isla padece una aguda falta de liquidez.

Desde que asumió el mando en 2006, cuando enfermó su hermano Fidel, el general Castro ha entregado en usufructo a campesinos y cooperativas miles de hectáreas de tierras cultivables que el Estado mantuvo ociosas durante décadas, entre otras medidas para tratar de aumentar la producción, con resultados aún por cuantificar.

TOMADO DE AGENCIAS INFORMATIVAS



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