SANTIAGO.
El Gobierno del presidente Sebastián Piñera ha pedido una
«investigación exhaustiva» a las autoridades cubanas de la
extraña muerte, ocurrida este martes en La Habana, del ingeniero
chileno Roberto Baudrand. El fallecido era ejecutivo de una
empresa de capital mixto, la mitad propiedad del chileno Max
Marambio, investigado por la Fiscalía cubana por supuesta
corrupción. Marambio, conocido como «guatón» (barrigudo),
ex espía y amigo de Fidel Castro y se dice que es el «broker»
de su fortuna.
El cuerpo de Baudrand fue encontrado el martes en su casa
del barrio de Miramar. El ejecutivo yacía en su cama, sin
signos de violencia y cerca de varios frascos de medicinas.
A pesar del silencio que mantienen al respecto los medios
de comunicación oficiales -la noticia se ha conocido en la
isla por onda corta o en sms- las autoridades cubanas hicieron
saber que se trataría de un suicidio, tesis refutada por la
familia. Otras fuentes señalaron que Baudrand padecía del
corazón.
El ingeniero llegó a Cuba hace dos años para hacerse cargo
de la dirección de una empresa de comercialización de leche
y refrescos propiedad de Marambio, un chileno que tiene el
grado de coronel de las Tropas Especiales del Ministerio del
Interior cubano y que durante casi 40 años se ha movido como
pez en el agua en los círculos más cercanos a Fidel Castro
y al régimen comunista.
Muy nervioso
Durante los últimos meses, Baudrand fue interrogado en tres
ocasiones por la Fiscalía que creó Raúl Castro para combatir
la corrupción; la primera, durante once horas, lo que le habría
dejado en un estado de gran nerviosismo.
Los interrogadores de Baudrand recababan antecedentes sobre
el funcionamiento de las empresas de Marambio en Cuba. El
pasado 14 de diciembre se abrió una investigación contra Río
Zaza y la operadora de turismo Son y Sol, la segunda mayor
agencia que existe en Cuba y con filiales en España, México,
Chile y Ecuador. Ambas empresas operan en el holding International
Network Group (ING), que factura unos 100 millones de dólares
anuales.
Según trascendió en el Ministerio de Exteriores chileno, las
autoridades cubanas han reunido pruebas que involucran a las
empresas de Max Marambio en delitos de especulación de precios
y exportación ilegal de divisas.
La destitución del presidente del Instituto de Aeronáutica
Civil, Rogelio Acevedo González -general que combatió en Sierra
Maestra bajo las órdenes del Che-, fue divulgada el pasado
8 de marzo por «Granma» y marcó el inicio de una serie de
interrogatorios; incluida la esposa de Acevedo, Ofelia Liptak,
ejecutiva de Río Zaza y de ING.
Junto a la contable general de ING, Lucy Leal, y el gerente
técnico de Río Zaza, Álvaro Ruiz, hay al menos un cubano más
bajo arresto, sin que hayan sido formulados cargos en su contra;
aunque son investigados por sobornos, salida ilegal de divisas
y otros hechos de corrupción.
Marambio cerró las empresas en Cuba, dejó a más de 500 trabajadores
sin empleo y no pone un pie en La Habana desde noviembre.
Él mismo afirma que la ofensiva contra sus empresas partió
por su apoyo a la candidatura independiente de Marco Enríquez-Ominami,
del que fue jefe de campaña y financiero. Esto no habría sido
bien visto en el régimen comunista, pues cree que abrió las
puertas del gobierno chileno a la derecha, lo que profundizaría
el aislamiento de los Castro.
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