El disidente cubano Guillermo Fariñas ha contraído una nueva infección bacteriológica debido, según denuncia, a las "deficientes condiciones higiénicas" de la habitación del Hospital Provincial Arnaldo Millán de Santa Clara donde se encuentra ingresado desde el pasado 11 de marzo.

"En esta sala hay una gran flora bacteriana debido al aire acondicionado aunque en una sala como ésta la habría en cualquier parte del mundo" dijo a Europa Press el periodista cubano a través de una conversación telefónica.

Fariñas ha permanecido tres días sin ningún tipo de alimentación, ni siquiera parenteral, debido a la posibilidad de que hubiera contraído una nueva infección. Finalmente el equipo médico confirmó este miércoles sus sospechas e inició un tratamiento con un antibiótico genérico ya que se trata de otro 'estafilococos' aunque desconocen de qué tipo.

Gracias a este medicamento ha bajado la elevada fiebre de los últimos días, lo que ha permitido a los médicos practicar dos nuevos catéteres al disidente, uno para paliar la deshidratación y otro para continuar con la nutrición parenteral.

En lo que se refiere a su estado de ánimo, Fariñas manifestó su intención de "llevar la huelga hasta sus últimas consecuencias" para mantener la atención mediática sobre las condiciones en las que se encuentran los 26 presos políticos que permanecen recluidos pese a su preocupante estado de salud.

"Esto es una cosa que está planificada y a medida que avance el tiempo se va a complicar, ya no será una bacteria, serán dos o tres o más. Llegará un momento en que no se va a poder controlar y entonces se producirá el fatal desenlace", afirmó el disidente.

Interrogado acerca de la decisión de sus compañeros Darsi Ferrer y Franklin Pelegrino de poner fin a sus respectivas huelgas de hambre y sed, el periodista indicó que es una decisión que respeta "profundamente" porque "en democracia todo el mundo tiene derecho a empezar una huelga y terminarla cuando crea oportuno".

No obstante, indicó que en su caso "no le va a dar el gusto a los Castro" de abandonar o continuar con la protesta en otro país. De modo que, "si se produce el esperado final, ellos (Fidel y Raúl Castro) me tendrán que enterrar aquí en Cuba", sentenció.

El pasado 24 de febrero Fariñas anunció el inicio de su huelga de hambre y sed número 23 en señal de protesta por la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo el día anterior y para exigir la liberación de los 26 presos políticos enfermos del régimen cubano.