El
disidente cubano Guillermo Fariñas, debilitado en su día 41
de huelga de hambre, dijo el lunes que está dispuesto a llevar
su protesta hasta la muerte aunque el presidente Raúl Castro
prometió no ceder frente a lo que describió como "chantaje"
de sus enemigos.
Castro dijo el domingo que su Gobierno no se responsabiliza
por la posible muerte de Fariñas, que ha perdido más de 15
kilos de peso desde que comenzó su ayuno el 24 de febrero
para reclamar la liberación de presos políticos enfermos.
"Era de esperar (...) que me van a dejar morir",
dijo Fariñas, un psicólogo de 48 años, a Reuters.
"Esto es un asesinato de Estado", añadió por teléfono
desde la habitación de un hospital público de la ciudad de
Santa Clara, unos 270 kilómetros al este de La Habana, donde
está internado.
Castro acusó a Estados Unidos y a la Unión Europea por instigar
las huelgas de Fariñas y de Orlando Zapata, un preso político
que murió en febrero tras 85 días de ayuno.
La muerte de Zapata y la huelga de Fariñas hicieron llover
críticas internacionales por la situación de los derechos
humanos en la isla, deteriorando las relaciones con Estados
Unidos y Europa.
Castro dijo que Cuba es blanco de una "descomunal campaña
de descrédito" y no aceptará chantajes ni presiones,
vengan de dónde vengan.
FARIÑAS "DECEPCIONADO"
Según Alicia Hernández, la madre de Fariñas, su hijo está
decidido a morir.
"En este momento está grave a pesar de que los parámetros
están bastante estables. Sigue haciendo crisis hipoglucémicas",
dijo Hernández, una enfermera jubilada, por teléfono desde
Santa Clara.
"Está decepcionado de todo. Eso me duele en el alma.
Lo que quiere él es morir ya", contó llorando la mujer,
que no pudo continuar la conversación.
Fariñas está recibiendo alimentación por vía intravenosa.
El domingo pesó poco más de 65 kilos, desde los 81 kilos que
tenía cuando inició su protesta.
Castro dijo que no será alimentado por la fuerza, como hizo
el Ejército de Estados Unidos con personas detenidas en la
base naval de Guantánamo, en el extremo oriental de Cuba.
Elizardo Sánchez, líder de la ilegal pero tolerada Comisión
Cubana de Derechos Humanos, dijo que el Gobierno está siendo
irresponsable.
"Seguimos presenciando un pulso entre ciudadanos indefensos
y el poderoso Estado totalitario cubano que, según se ha reflejado
en este discurso, en primer lugar sigue defendiendo el ruinoso
modelo totalitario de Gobierno", dijo el disidente.
Según Sánchez, en Cuba hay unas 200 personas tras las rejas
por razones políticas.
|