IMPRIMIR
Lula y los malandros

Luis Cino

LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Si algo útil ha partido de Brasil para ayudar a la democratización de Cuba, fue el apoyo de la Cámara de Diputados a los presos políticos. Pero el canciller brasileño, Celso Amorim, al tratar de justificar la complicidad a ultranza del presidente Lula con la dictadura cubana, aseguró que “Brasil está muy comprometido con ayudar a Cuba con inversiones, comercio e infraestructura”. Según Amorim, esa ayuda económica traerá “otros cambios que el pueblo cubano sabe que ocurrirán”. 

Aparte de la prometida inversión de 300 millones de dólares para la habilitación del puerto de Mariel, Brasil sólo se hace sentir en Cuba por las telenovelas de O Globo, las viejas canciones de Roberto Carlos y unos cuantos productos enlatados que se encuentran en las tiendas por divisas a precios inalcanzables para la mayoría de los cubanos. Bien poco para contribuir a la transformación democrática. No obstante, por poco que sea, es muchísimo más que la actitud alcahueta evidenciada por las  declaraciones del presidente Luiz Ignacio Lula da Silva cuando comparó a los prisioneros políticos cubanos con los delincuentes de las cárceles de Sao Paulo.

Escapa a mi comprensión el ascendiente carioca sobre los gobernantes cubanos que supone el canciller Amorim. La influencia brasileña no logrará hacer, no digamos más democrático al socialismo verde olivo, ni siquiera lo hará más ameno, aunque traiga a carnavalear al Palacio de la Revolución a la mejor escuela de samba de Río, y a Toquinho a amenizar con su guitarra los recibos en Punto Cero.  

De momento, sólo vemos a Luiz Ignacio da Silva con su desvergüenza al aire, cual  torpe luchador de sumo, a quien de tanto respetar las decisiones de los tribunales de “justicia” cubanos, se le rasgó el calzoncito democrático. Tratándose de Brasil, hubiéramos preferido  las piernas despampanantes de Beth Carvalho, y no las impudicias de Lula, por muy demócrata que se diga.

Durante su viaje a La Habana, Lula dijo lamentar la muerte de Orlando Zapata Tamayo, pero su principal preocupación era aparecer sonriente en las fotos con Fidel Castro. Mucho más que el destino de los presos políticos cubanos le importa a Lula que Petrobrás gane la competencia a los boligarcas de Pdvesa y se quede, si es que aparecen, con los yacimientos petrolíferos en las aguas cubanas del Golfo de México.

¡Pobre del que crea que la suerte de los disidentes cubanos  puede influir en los designios  geopolíticos de una economía emergente que juega al imperio de los Braganza-marxistas de mercado!   

En contraste con su actitud hacia verdaderos criminales como Cesare Battisti, el presidente brasileño no oculta su desprecio por  los activistas prodemocráticos cubanos. Lula da Silva olvidó pronto qué es vivir bajo una dictadura militar. Basta que sus amigos cubanos le aseguren que no torturan. Al menos no con picana eléctrica.

Lula tiene vagos recuerdos de cuando una vez, bajo una dictadura militar que lo persiguió y encarceló, se declaró en huelga de hambre. Agua pasada no mueve molinos. Errores de juventud que ahora lamenta tanto como sus problemas con el alcohol.

Preguntaba Lula qué haría si todos los bandidos en las cárceles de Sao Paulo se declararan en huelga de hambre. No sé qué aconsejaría el alcornoque de Evo Morales, el Inca en Jefe, asesorado por el embajador cubano, para quien la muerte de “un delincuente” es “asunto secundario” al lado del cuidado de la Pachamama. Espero que a Lula no le dé por dejar morir de hambre y sed a los huelguistas. Lo más aconsejable sería no prestar atención a los consejos de sus amigotes de La Habana y hacer lo que ellos no saben: negociar.

Un consejo al presidente Lula. Para entrar en materia con los malandros, antes de empezar la negociación, puede mejorar  un poco las condiciones de vida en las cárceles de Brasil, aunque supongo sean un poco mejores que las cubanas. Eso, si Lula considera que los bandidos de Sao Paulo y los activistas pro-democracia de Cuba son seres humanos con derecho a algo.

luicino2004@yahoo.com




http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.