Leafar Pérez

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Miguel de Carrión vuelve a estar ausente de la mayor fiesta del libro de Cuba. En la decimoctava edición de la Feria Internacional del Libro de la Habana, programada para el mes de febrero, sus organizadores vuelven a dejar en el olvido a quien es considerado uno de los escritores cubanos más importantes de principios del pasado siglo.

Contemporáneo de Castellanos, Loveira, Montori y otros escritores que dieron impulso a la novela social y política de Cuba, Carrión encontró un ambiente propicio para dar expresión a su temperamento. Crea una novela psicológica de crítica a las costumbres y de vigor naturalista. Sus obras cumbres son, Las honradas (1917) y Las impuras (1919).

Médico de profesión, orador y periodista; pedagogo durante más de veinte años, fundó la revista Cuba Pedagógica, donde expresó sus ideas en materia de educación, las que constituyeron un considerable aporte a nuestro país. Su libro Estudios de la Naturaleza sirvió de texto en las escuelas públicas durante años.

El periodismo tuvo para Carrión tanto interés como la literatura. Sus trabajos se encuentran dispersos en periódicos y revistas de los primeros treinta años de república. Escribió en El Libertador, El Fígaro, El Heraldo de Cuba, La Noche, Pay-Pay, La Lucha, entre otros diarios. Así como en Cuba Pedagógica, Cuba  contemporánea y Revista de medicina y cirugía.

A los diecinueve años escribe su primera novela. No deja un momento de cultivar este género literario hasta sus últimos días. Entre sus escritos sobresale La última voluntad, En familia, De la guerra e Inocencia. Además de Las honradas y Las impuras deben mencionarse El milagro y La esfinge.

De Carrión tiene el gran mérito de haber puesto al desnudo la psicología femenina. Con todas las secuelas de decoración y personalización del sentido moral  y social que ello supone. Así denunciaba la doble moral de la burguesía cubana y la discriminación de la mujer en la familia y la sociedad.

Los procesos sexuales y el ambiente amatorio constituyen el centro de la narración. Núcleo alrededor del que se tratan temas no menos interesantes. Mantiene y desarrolla ideas atrevidas, audaces y revolucionarias para la época.

Las honradas es un llamado a la reivindicación de los derechos morales de la mujer. Las impuras, continuación natural de la primera, denuncia el bajo mundo de la sociedad habanera, detallándolo con sorprendente realismo. Pero siempre entregando el protagonismo a los personajes femeninos.

Carrión desnudó vicios de la sociedad que todavía están presentes en la vida cotidiana. Doble moral, corrupción política y administrativa, prostitutas y chulos, discriminación y violencia contra la mujer. Sus escritos muestran la necesidad de que nuestra sociedad se abra sin ataduras ni censuras a un mundo globalizado.

La denuncia fue un arma efectiva en manos del escritor. Y aunque sus obras pronto cumplirán un siglo de creadas mantienen plena vigencia. Sólo hay que cambiar los nombres de los personajes y podemos recrear varias situaciones de la sociedad cubana de hoy.