IMPRIMIR
Nuestros temblores

José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Aunque menos dramáticamente que en Puerto Príncipe, en La Habana también tiemblan los cimientos. Y de igual manera las desgracias nuestras de cada removida están potenciadas por antiguas historias de saqueos, desmadres políticos de toda laya, y por una infame cadena de tiranías que abarcó casi todo el siglo XX y aún pica y se extiende en el XXI, sin que acabemos de verle la cola. 

Por supuesto que nada es comparable con la tragedia que enfrentan ahora los haitianos, una de las más demoledoras y tristes de las ocurridas en el mundo moderno. Así que está lejos de nuestra intención el establecimiento de cotejos chatos.

Ello no impide que se nos retuerzan las tripas ante el énfasis con que los representantes de nuestra dictadura vociferan por estos días que el principal problema de Haití (fenómenos naturales por descontado) radica en el sinfín de atropellos que ha debido soportar ese pueblo, sometido, marginado, empobrecido cíclicamente por la ambición de sus explotadores y por la inutilidad y la injusticia de sus gobiernos.

Exactamente lo mismo se podría afirmar sobre Cuba. La diferencia es que aquí no hemos sufrido un terremoto que haga reflotar el lastre de manera tan escandalosa. 

Nuestros temblores de hoy obedecen no a las sordas y ciegas fuerzas de la naturaleza, sino a la perversidad humana, siempre alerta y al acecho, representada en la codicia por el poder, la megalomanía de caudillos, partidos únicos y otros especímenes de salvadores de la patria, a los que nada les detiene, ni aun el desguace que provocan en las estructuras económicas, en los fundamentos de la familia, en la convivencia armónica del pueblo, en su cultura. 

Es fácil demostrar que actualmente los pobres de Cuba, que son mayoría, comen menos y se alimentan peor que los esclavos del siglo XIX. También la gente trabaja y se esfuerza menos, por falta de incentivos, que en las peores etapas de la llamada seudorepública. A la vez que ciertos derechos elementales de nuestra ciudadanía, pongamos el de libre elección y libre opinión, son más reprimidos hoy que en tiempos de tiranías sangrientas como la de Machado o Batista. 

Y en tanto, nuestros megalómanos del poder se han dedicado a producir médicos por tubería, con los que ahora inundan otras naciones con el plan de promocionar su increíble humanismo y la incomparable superioridad de su política.  

Los medios de información han estado repitiendo últimamente que el 80 % de los habitantes de Haití (la nación más pobre de nuestro hemisferio) sobrevive en la actualidad con menos de dos dólares diarios. El dato, que al parecer es motivo de alarma en el mundo civilizado, nos alarmó a nosotros más que a nadie, toda vez que en Cuba son muy pocos, poquísimos, sin duda menos del 20 %, los que disponen de dos dólares, o de su equivalente, para los gastos del día.

Y en tanto, nuestros salvadores de la patria juegan a convertirse en salvadores del planeta.



http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.