Adrián Leiva

MIAMI, Florida, enero, www.cubanet.org -La amistad puede más que noventa millas.  De eso no tienen la menor duda los palatinenses que el pasado domingo 23 de enero se reunieron en el Tropical Park de Miami, para celebrar su segundo encuentro. 

Tres generaciones de cubanos nacidos o criados en el habanero Reparto Palatino se dieron cita para confraternizar y, una vez más, patentizar que la amistad y el sagrado sentido de pertenencia a nuestro pueblo o lugar de origen no han podido ser confiscado por quienes un día se erigieron en destructores de la familia cubana. 

Nadie los convocó. Facebook, el celular y el entusiasmo colectivo generan la fuerza que mueve a los cubanos de distintos lugares de Cuba a reencontrarse para restablecer los puentes de amistad. No fue necesaria la citación del CDR, la Federación u alguna de esas organizaciones encargadas en Cuba de hacer que nos vigiláramos unos a otros.

Amigos de la infancia y la juventud que hoy peinamos canas, otros, calvos, que ya no tienen nada que peinar, solo quedan una silueta; abuelos, hijos y nietos de Palatino que hoy viven en Miami compartieron entre anécdotas y chistes un domingo inolvidable. 
Faltaron algunos que residen en otras ciudades de Estados Unidos o en otros países, pero gracias a que la tecnología de Internet permite enlazar corazones se hicieron presentes.  

El destierro y la emigración galopantes, causantes de la división de la familia y el desgarramiento social del pueblo, se cuentan entre las mayores “conquistas” del mal llamado socialismo cubano. 

Esté espontáneo y emotivo encuentro demuestra lo que es posible hacer una comunidad  cuando priman los valores humanos y no el control de una absurda ideológica.  

Como siempre ocurre cuando un grupo de cubanos se reune, una pregunta rondaba en el aire:  

¿Estará cerca el día en que podamos reunirnos en nuestro terruño para tener la gran fiesta del reencuentro? Será grande la fiesta en nuestro Parque de Palatino, el lugar de nuestra infancia, el lugar de nuestros corazones.