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Cubanoamericanos en Valle Grande

Darsi Ferrer, preso de conciencia

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Aún convaleciente de una intervención quirúrgica debido a una hernia discal, el cubanoamericano Osmel  Mustelier viajó a la Isla el pasado mes de julio, con el propósito de someterse a un tratamiento de rehabilitación y fisioterapia en el hospital para extranjeros Cira García, y de paso visitar a su familia. La estancia en Cuba se le complicó a los pocos días de su llegada, cuando fue detenido, acusado del delito de falsificación de moneda, por lo que puede ser sancionado de 4 a 10 años de privación de libertad.

El problema de Mustelier comenzó porque sólo tenía dólares, que no se admiten en las tiendas que venden en divisas, y optó por comprarle a un joven en la calle un billete de 50 cuc, y luego entró en una tienda para adquirir algunos productos. La empleada que lo atendió se dio cuenta de que el billete era falso, llamó a la policía y lo arrestaron.

Durante los 28 días que estuvo detenido en los calabozos de la 5ta. unidad de la policía, Mustelier fue interrogado en varias ocasiones, le practicaron un registro en la casa de su familia donde estaba parando, y le ocuparon la computadora portátil. En todo el proceso de investigación no aparecieron otros billetes falsos ni indicios de que el acusado se dedicara a falsificar monedas. No obstante, los instructores del caso no sospecharon que el acusado había sido víctima de una estafa, sino que decidieron mandarlo para la cárcel Valle Grande, donde espera juicio desde hace 5 meses.

En prisión Osmel Mustelier comparte las condiciones deplorables del encierro junto a criminales y delincuentes comunes. A diferencia de los nacionales, que pagan en pesos cubanos, no le quedó otra alternativa que firmar el contrato para contar con los servicios de un abogado, al precio de 3 mil 500 cuc (87 mil 500 pesos cubanos).

Ha pedido a las autoridades del penal que le brinden asistencia médica. Cuando ingresó en la prisión podía caminar sin dificultad y los dolores, como secuela de la operación eran mínimos. Como no ha tenido tratamiento médico durante estos meses, apenas puede caminar, y tiene miedo de quedar inválido.

En la misma compañía donde está recluido Mustelier hay otros dos cubanoamericanos presos, acusados de falsificación de moneda. Uno de ellos, Reynaldo Bermúdez, llegó a la Isla en viaje familiar el 30 de julio. Mientras le revisaban las maletas en el aeropuerto, le detectaron 2 mil cuc falsos y fue conducido al Departamento Técnico de Investigaciones, donde fue sometido a varios interrogatorios.

Durante 38 días estuvo encerrado en una celda tapiada de tres metros de largo por dos de ancho, junto a tres detenidos. En el reducido espacio está incluido el turco para realizar las necesidades fisiológicas, y una pila de agua justo encima del hueco sanitario. Para contar con los servicios de un abogado, Bermúdez tuvo que firmar un contrato de 2 mil 500 cuc (62 mil 500 pesos cubanos). Todo el tiempo ha mantenido su declaración de que el dinero lo compró a una señora en EEUU y que él no sabía que eran falsos.

El otro cubanoamericano, Jorge Vidal, también persiste en su declaración de que compró a una persona en Estados Unidos 500 cuc antes de su viaje a Cuba. Llegó al aeropuerto el pasado 8 de agosto y de camino a la casa de su familia, en la provincia Villa Clara, utilizó uno de esos billetes para comprar gasolina. Después de esa operación fue interceptado por la policía y quedó detenido por el delito de falsificación de moneda.

A Vidal lo encerraron tres días en el calabozo de una estación policial de Villa Clara, y luego lo trasladaron a las celdas tapiadas de la sede nacional de la Seguridad del Estado (Villa Maristas), en la Habana. Transcurridos 15 días de encierro bajo investigación, lo llevaron para 100 y Aldabó donde permaneció por otros 22 días en celdas tapiadas. Finalmente lo mandaron para la cárcel Valle Grande, donde espera juicio y enfrenta una sanción de 4 a 10 años de privación de libertad. En su caso no ha podido contar con la asistencia de un abogado, por no disponer de la cantidad de cuc que exige ese servicio.

Osmel Mustelier, Reynaldo Bermúdez y Jorge Vidal, cubanoamericanos que viajan a la Isla para visitar a sus familiares, corren el riesgo de terminar en las cárceles del país, recluidos en condiciones infrahumanas, y sometidos a procesos penales sin las debidas garantías.

 




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