NOTICIAS POR E-MAIL
 
 
Un aniversario más de cada vez menos

Rafael Álvarez Echevarría

MADRID, España, enero, www.cubanet.org -Este nuevo aniversario del régimen cubano es motivo de tristeza para muchos. Para la mayor parte de los cubanos es la prolongación de una agonía que ya dura demasiado.

Para quienes nos desenvolvemos en el “mundo real” y tenemos conciencia de como marchan las sociedades democráticas: la ampliación de los derechos y deberes ciudadanos, el acceso a la educación y la asistencia médica, el derecho a una vivienda digna, la seguridad jurídica,  los avances tecnológicos al servicio del ciudadano, la diversidad de productos alimenticios al alcance del ciudadano común, las facilidades para viajar y tantas otras cosas tangibles y no tangibles que hacen la vida del ciudadano contemporáneo de una calidad no conocida hace 50 años, pensar en la Cuba de hoy sólo puede provocar sentimientos de pesar.

El régimen cubano ha fracasado estrepitosamente, ha sido totalmente incapaz de desarrollarse  al ritmo de la historia. Cuba, en los primeros 58 años de vida republicana, con sus vicios, imperfecciones, huracanes y crisis económicas  llegó a alcanzar niveles de vida elevados para la época, entre los mejores de Latinoamérica y comparables a los de España, Francia o Italia (incluso mejores en algunos índices).

Hoy después de 51 años de un régimen que lo controla todo  y lo decide todo, con un Estado dueño de todos los recursos y una economía planificada y centralizada, a excepción de unos pocos índices sanitarios la vida de los cubanos dista “años luz” de la de sus contemporáneos de otras latitudes. En todos estos años, que abarcan tres generaciones, cada vez se vive peor en la Isla. Los Castro y su régimen han destruido el entramado económico y social de la Nación.  
 
El cinismo del régimen llega al punto de vender a los turistas  la imagen de un país  de los años 50, pretendiendo convertir la pobreza y el atraso  en marca distintiva. Las imágenes de La Habana derruida y en escombros han dado la vuelta al  mundo y son viva expresión de la incapacidad del gobierno de mantener el patrimonio urbanístico de la ciudad. Si así está La Habana, que quedará para las ciudades y pueblos del interior del país.

La insatisfacción ciudadana, acallada y reprimida, se evidencia con las cifras de emigración; cientos de miles de cubanos de todas las capas sociales han emigrado y continúan emigrando en busca de mejores  posibilidades de vida. 

Hoy el régimen cubano es una sombra moribunda, cuyo fin demorará más o menos, pero condenado a muerte inexorablemente por su incapacidad y anacronismo en un mundo que se ha movido hacia valores que dignifican el hombre y modelos de producción y consumo que promueven un creciente bienestar.  



http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html
 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.