Osmar Laffita

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - La prensa oficial ha tenido la desfachatez de criticar a Google por bloquear el acceso a determinados servidores, pero oculta descaradamente que conectarse a Internet está prácticamente prohibido en Cuba. Los que tienen derecho a ese privilegio no sobrepasan el 13%, lo cual hace que Cuba tenga el nivel de conexión más bajo del hemisferio occidental.

Al gobierno le molesta que Yoani Sánchez y sus seguidores ocupen cada día más espacio en los principales medios de América y Europa.

Para los que conocen los métodos usados habitualmente por el gobierno cubano, no ha de resultar extraño que de repente surjan académicos, periodistas y escritores, radicados en Cuba y en diversos países, que se presentan como  espontáneos defensores de “Cuba”, ya que dentro de esta dinámica, Cuba, la nación, es sinónimo de la dictadura de los Castro. Aparentando una falsa independencia, estos “amigos de Cuba” han emprendido una intensa campaña de difamación contra Yoani y los demás blogueros independientes.

Estos personajes se ajustan, con distintos matices, al guión que les propone el gobierno cubano. Repiten el mismo discurso sin credibilidad que escuchamos desde hace medio siglo. El libreto es el de siempre: los blogueros, y todo el que de algún modo exprese un pensamiento diferente a lo decretado por el gobierno y critique las políticas oficiales, forman parte de un círculo de “agentes a sueldo del imperialismo yanqui dedicados a difamar y desestabilizar a Cuba, son enemigos de Cuba”. El peor enemigo es Yoani, “una malagradecida que le debe todo a la revolución y que, a pesar de ello, actúa como una verdadera terrorista digital, cuyos escritos y declaraciones buscan contentar y beneficiar a su patrón: el Tío Sam”.
 
Los blogueros, a pesar de los ataques, se mantienen trabajando, expresándose sin odios, y sin permitir que el miedo los paralice.

En estos momentos el asedio contra los blogueros independientes ya ha pasado del ciber espacio a las calles, las ciber brigadas de respuesta rápida comienzan a recibir la ayuda de las legendarias y temibles brigadas callejeras, la represión ha transitado de los ciber ataques a los actos de repudio y los golpes en la calle.

Resulta ridícula la supuesta convocatoria al debate nacional en el ciberespacio que proponen los blogueros oficialistas. Parecen no saber que la conexión a Internet en nuestro país es prácticamente nula y principalmente tienen acceso a la red los privilegiados oficialistas. ¿De qué debate hablan estos señores? 

No obstante, todo apunta a que en esta batalla en el ciberespacio continúan consolidándose en sus posiciones los blogueros independientes, con Yoani a la cabeza y es poco probable que los soldados digitales oficialistas y sus brigadas virtuales de respuesta rápida puedan desplazarlos de los espacios conquistados en la red.