El fin del embargo y la vergonzante continuidad de la dictadura
Nelson Núñez Dorta
QUERÉTARO, México, octubre, www.cubanet.org -Los medios dan a conocer la noticia de otra nueva condena en la ONU al embargo económico impuesto a Cuba por el gobierno de Estados Unidos desde hace 47 años.
De 192 gobiernos, 187 votaron en contra de le medida. ¡Que grandes gobiernos estos, del siglo XXI! ¡Cuanta preocupación por la pequeña nación del Caribe! La inmensa mayoría considera un acto hostil e inaceptable la medida unilateral del gobierno norteamericano.
Podríamos creer en la honestidad y la buena voluntad de este voto, si no supiéramos que muchos de esos gobiernos, que hoy condenan el embargo actúan como simpatizantes, cómplices y voceros de una dictadura personal que data de mediados del siglo pasado, y que únicamente se ha mantenido en el poder , privando de libertades a su pueblo y reprimiendo con absoluta crueldad cualquier manifestación de oposición pacifica ciudadana.
Constituye una absoluta carencia de moral, el que las naciones del mundo exijan en un organismo internacional a Estados Unidos una suspensión unilateral e incondicional del embargo y no se tenga al menos la vergüenza de pedir a la dictadura castrista un cambio radical en su política. Ninguno de los gobiernos que toma partido a favor del régimen castrista desconoce, la falta de libertades que existe en la isla, todos saben de la presencia de presos de opinión, todos conocen del hostigamiento y la represión que existe sobre los que reclaman sus derechos de informarse pensar y opinar de forma independiente y diferente a la oficial. Ninguno de estos gobiernos esta manejado hoy por un hombre que tiene cumplidos 83 años y se aproxima a sus 51 años en el poder. Sin embargo, en una muestra de lo que son estos políticos, aun llaman “líder” a un tirano que a pocos años de ascender al poder dejo de serlo y “presidente” a su hermano impuesto por deseo y voluntad del dictador vitalicio.
Acepto que el embargo puede hoy resultar una medida obsoleta y por tanto rechazada por muchos países. Pero me resulta repugnante que se admita, simpatice y se colabore, con la cincuentenaria dictadura de un hombre, cual si fuese rey, faraón o dios, ignorándose las voces de los cubanos que reclaman la necesidad de cambios.
Que poco respeto por los derechos de un pueblo nos demuestran, los que callan ante el agravio que representa mantener en una nación medio siglo de gobierno unipersonal.
Cuanta repulsa merecen esos que andan modificando y deshaciendo constituciones para reelegirse indefinidamente y tienen el cinismo de pedir severas medidas económicas a los que tratan de proteger y defender a sus países de esa comparsa. Parecería que el mundo está ciego y sordo ante estas realidades.
En el caso de Cuba, no serán las condenas simbólicas a un inefectivo y manipulado embargo comercial las que ayudarán a nuestra nación. Será únicamente la moral y el valor de reconocer lo retrogrado, represor y dogmático de su gobierno lo que propiciará un cambio en el sistema y ayudará de manera efectiva al pueblo cubano, si es que en realidad existe la voluntad de cooperar para que mejore la difícil situación en que hoy vive.
El vocero de la dictadura cubana en al ONU lo expresó muy bien, “no es razonable, justo ni posible esperar gestos de Cuba”. El mensaje es claro, los Castro y sus seguidores no se sienten comprometidos con cambio alguno, solamente necesitan créditos para continuar su larga marcha.
“Cuba no bloquea los Estados Unidos”, esta es una realidad indiscutible, pero la dictadura cubana si bloquea las libertades y los derechos de su pueblo a elegir el tipo de gobierno y el sistema económico que desean para la nación.
Resulta hasta ridículo aceptar que los septuagenarios miembros del Consejo de Estado de Cuba sean hoy los verdaderos representantes de la voluntad popular, pues todos sabemos que su designación únicamente responde a que son ellos, ante los ojos de los Castro, los más confiables, sus más sumisos e incondicionales defensores.
Aunque lamentablemente no son muchos los gobiernos que sienten un compromiso serio con la libertad de nuestra patria, vemos con optimismo, como cada día, son mas los cubanos jóvenes que pierden el miedo y corren los riegos de expresarse y exigir los derechos que les son negados. Esa es la clase de hombres y mujeres que al país necesita, ellos lograrán destruir los yugos desde adentro para escarnio de los que hoy, prefieren no ver, no escuchar y callar. |