La deshonra de Moratinos y la lejanía de Cuba

María Benjumea

SEVILLA, España, octubre, www.cubanet.org -El ministro de Exteriores español levantó la voz airadamente por primera vez desde que lo conocemos, el miércoles 21, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. Hasta ahora nos había parecido como un muñeco ten-ten-pie a quien cualquiera le da un empujón, un puñetazo, y vuelve siempre a la verticalidad, sin inmutarse, con su media sonrisa de viejo diplomático. Y es un  diplomático con una carrera de prestigio, enviado de la UE a Oriente Medio como experto en la zona, afrancesado por formación y matrimonio, y huésped de confianza de cancillerías de medio mundo; está por encima de la mediocridad del presidente y de la mayoría de sus ministros, y no digamos sus ministras. ¿Por qué entonces su deplorable gestión y sus hirientes declaraciones?

El laberinto cubano del Gobierno socialista lo ha hundido en el descrédito en España y en el extranjero. “¡Prefiero que me critiquen por haber liberado a dos presos que no haberlos liberado!”, gritó enfurecido. Daba lástima, de verdad, pero debería dimitir.

El diputado del PP de origen cubano Teófilo De Luis Rodríguez llevaba mucho tiempo echándole al ministro una gota en la cabeza. Cada vez que se producía un atropello contra los DDHH en Cuba, un encarcelamiento, un hostigamiento a activistas, De Luis registraba en la Comisión una pregunta al ministro sobre qué pensaba hacer el Gobierno al respecto. El 20 de octubre registró cinco preguntas: sobre el contenido concreto de sus conversaciones con los dirigentes cubanos; el por qué de su desplante a la oposición; la presión ejercida, si alguna, a favor de la liberación de los presos políticos; qué avances concretos había apreciado a favor de la democracia; qué reformas había emprendido Raúl Castro.

De Luis nunca obtuvo respuesta, pero sabemos que el enviado de ZP fue a Cuba a preguntar: “¿Qué hay de lo mío?”: el empresario español encarcelado acusado de cohecho; los millones de los empresarios en el “corralito” castrista; el uso de los fondos de Cooperación; la restitución del confiscado Centro Cultural Español; los agentes o espías del CNI expulsados con una patada mientras conspiraban con Lage y Roque; el recado del gobierno vasco a favor de su representante comercial imputado, el cubano-español Conrado Hernández; el recadito de Obama a ZP.

“Libérame un par de presos, Raúl, si no ¿con qué cara vuelvo yo a España? ¿Y a Europa?”, le diría.

El Secretario de Exteriores del PP, Pedro Moragas, despertó de su larga siesta y dio un puñetazo en la mesa. Amenazó con romper el Pacto PSOE-PP para la Presidencia española de la UE en el primer semestre del 2010, si  el Gobierno persistía en promover la derogación de la Posición Común; el problema es que nadie sabe en qué consiste tal Pacto. Moragas comprendió de repente que Alemania, Reino Unido, Suecia y Chequia se le habían adelantado en la defensa de la Posición Común y de los derechos humanos en Cuba, y algún escándalo había que montar.

Moragas convocó a conspicuos exiliados cubanos de varias tendencias en España, entre ellos Montaner, Rivero y González Raga, e ideó un plan  para cabildear en el EUROLAT, que alberga el Comité de las Regiones, presidido por un español del PP que en sus tiempos entrevistó a Castro. De la EUROLAT al Parlamento (con mayoría de centroderecha, pero cuyas votaciones no son vinculantes), Moragas pretende conseguir un aval moral, generar debate y controversia para influir en la Comisión, presidida de nuevo por Durao Barroso (de la derecha europea pero apoyado por Zapatero), “un buen amigo portugués”. La Comisión, finalmente, es la que “parte el bacalao”, pues designa a sus miembros; el PE es una Cámara con poder político muy simbólico, ya que aún no se ha aprobado el Tratado de Lisboa. El PP quiere organizar  una concentración de exiliados cubanos en Bruselas cuando se debata la Posición Común, apoyados por ciudadanos europeos residentes en la ciudad y otras capitales cercanas. Bien por Moragas, ganas dan de reservar un vuelo low cost.

Mientras tanto, paseo un poco por los foros de Internet de cubanos en el exilio y veo una hostilidad antiespañola desatada: a todos nos meten en el mismo saco, parece que todos hubiéramos votado a ZP  para que fastidiara a Cuba: “colonialistas nostálgicos”, “comecandelas”, “ñángaras”, “con boina, alpargatas y olor a establo”. Voy de la risa al llanto. Los turistas españoles que cuentan su viaje a Cuba en los  foros de viajeros, sin embargo, siguen hablando maravillas de Cuba y los cubanos. No parecen haberse enterado demasiado, pero vuelven encantados de la Isla: “con los cubanos se puede hablar, tienen cultura”. ¿De qué hablarán? “Sí, que hay pobreza, es verdad,” reconocen al menos.

Un titular de Cubaencuentro ( “Los presos temen que el menosprecio de España  hacia los demócratas cubanos se extienda a la UE”, 26/102009) me decidió a mirar las cifras.¿”España” es el “gobierno español”, como bien especifican los presos en su carta? Protesté a Cubaencuentro.

Veamos los datos del apoyo a ZP: en las elecciones de marzo del 2008, con una abstención del 25%, el PSOE obtuvo  43.64%; el PP, 40.11%; Convergència i Unió, 3.05%, y la liberal UPyD, 1.20%, éstas dos últimas activistas pro democracia en Cuba y feroces críticas de la política socialista. Los izquierdistas castristas de IU, con las esquerras, ezkerraks y esquerdas nacionalistas “radicales” no llegan al 7%, por mucho ruido que hagan, y algunos algo peor que ruido.

Las europeas de junio de 2009, con abstención del 50%, dieron un vuelco: el PP  subió hasta el 43.23%; el PSOE bajó al 38.51%,  los nacionalistas “moderados” llegaron al 5.2 % ( catalanes y vascos), y UPyD alcanzó el 3%.  Gran parte de la izquierda se abstuvo.

Los dos grandes partidos no hablaron de Cuba en la campaña europea. La prensa y los medios convencionales suelen alborotar por algún motivo más o menos sensacional: el concierto de Juanes, la visita del ministro, alguna medida de Obama; pero todo ello sirve para que se hable de presos políticos en la tele, algo es algo. Las Damas de Blanco salieron brevemente en TVE como fondo a una breve entrevista al preso liberado Nelson Aguiar: TVE no emite nada que moleste al Gobierno.
El País suele ser neutro, últimamente más crítico, El Mundo publica una columna de Raúl Rivero, el ABC y los portales digitales informan más, pero sus lectores ya están convencidos, y son la minoría ilustrada. La mayoría no tiene idea de la olla hirviendo a punto de reventar que es Cuba, el diario de represión, absurdo, hambre y humillación que sufre la gente; la falta de esperanza.

Si de ese 40% que aún vota  socialista, aparte la abstención del 25%, desglosáramos  “el  clientelismo (tantos en las pobladas  Andalucía y Cataluña, graneros socialistas), y los que tienen aversión insuperable a una derecha que aún no ha condenado el franquismo, y que es muy corrupta, quedan los cínicos y los racistas que no se dan cuenta de que lo son, los que aún te dicen: “Sí, bueno, pero al menos en Cuba tienen...”. Cada vez son menos, pero haberlos haylos; los trato a diario en el trabajo.

Si bien disidentes y opositores  manifestaron su desprecio por Moratinos, sorprende que algunos matizaran. La portavoz de las Damas de Blanco, según recogió Cubaencuentro (10/10/09), agradeció a Zapatero “haber intercedido a favor de los presos en varias ocasiones”, y dijo “tener  las mejores relaciones con la embajada en La Habana”. ¿Es Moratinos el que manda y ZP un subordinado bonachón? ¿El embajador español tiene autonomía para desobedecer a su jefe? No sabremos exactamente qué dijo en realidad Laura Pollán  ni por qué. Pero mi maltrecho orgullo patrio se recupera un poco cuando leo que las Damas de Blanco todavía elogian a algunas  autoridades españolas, aunque no tengan motivo, y tratan a  Moratinos como a un padrastro odioso, que no tiene nada que ver con la familia.