Le Palais Royal Le Trianon

Tania Díaz Castro 

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Daba gusto recorrer las calles habaneras en los años cincuenta del siglo pasado, antes de que el Comandante llegara y todo comenzara a retroceder. Decir que todo se detuvo, no es exageración.

Un simple ejemplo nos trae hoy de la mano, para escribir una crónica más sobre el desbarajuste y la hecatombe que padece La Habana debido a cincuenta años de descalabro, sin prosperidad alguna. Tanto su arquitectura como sus hacinados pobladores están en peligro de extinción, si tenemos en cuenta que el hombre piensa como vive.

Foto enviada por Tania Díaz Castro

Caminar por la calle Galiano, una de las más hermosas avenidas de la capital hace medio siglo, con sus edificios de sólida construcción, es uno de los actos  más lastimosos de nuestra realidad.

En Galiano todavía se ve la imponente fachada, casi a punto de desaparecer, de la famosa joyería Le Palais Royal Le Trianon, situada entre las calles San Rafael y San José, que no ha recibido restauración alguna en las cinco décadas de socialismo.

Recuerdo este hermoso edificio de estilo renacentista italiano, con sus atractivas vidrieras y su portal con piso de mosaicos multicolores, su refinada decoración interior, su ambiente relajado. Aunque no se tuviera el propósito de comprar una joya o un objeto de arte, permanecer en el vestíbulo y contemplar las vidrieras era un deleite para la vista.

Este emblemático edificio, donde durante años estuvo la joyería más famosa del país, fundada por hijos de españoles a mediados del siglo XIX, al parecer nunca ha llamado la atención de quienes -dicen- se preocupan por la conservación de nuestra capital. Su fachada, que es lo que apenas queda, se cae poco a poco, precisamente en una zona comercial por donde transita el público constantemente.

En medio de la muchedumbre y los escombros, abandonada al tiempo, Le Palais Royal Le Trianon todavía convoca las miradas de extranjeros y cubanos, que saben admirar lo que fue y pudiera volver a ser bello.