Represión en lugar de soluciones

Moisés Leonardo Rodríguez

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Con la Resolución 256 de 2009 del Instituto Nacional de la Vivienda, se faculta a las direcciones municipales del sector para ejercer la represión contra los que procuran por su cuenta la solución a sus problemas de vivienda. Una vez más el gobierno apuesta por los burócratas en detrimento de los derechos de los ciudadanos.

La resolución es otra muestra de la incapacidad de los dirigentes para solucionar los problemas de la población. En su lugar tratan de someterla mediante la represión.

Manuel Horta, profesor jubilado expresó a este reportero: “Esta resolución lo que hace es otorgarle más poderes a los corruptos de Vivienda. No sólo seguirán destinando los materiales a los que los sobornan, sino que ahora podrán castigar  a los que no quieran, o puedan, sobornarlos. Esto es increíble”.

Manuela Rojas, trabajadora que decidió, sacando de donde no hay, reparar su vivienda afectada por el ciclón Gustav, ante la desatención oficial a sus solicitudes, afirma: “Allá los que esperaban otra cosa. Estos nunca van a hacer leyes para resolver los problemas de la gente. Están muy ocupados en mantenerse a flote, con el pueblo en contra. Van a seguir apretando la tuerca hasta que se vaya de rosca”.

Según la nueva resolución, podrán interrumpirse las obras de construcción, y hasta ocupar lo construido o los materiales para reparaciones no autorizadas. Esto libera a las instituciones de mayor nivel jerárquico para continuar realizando los desalojos y demoliciones forzosas, práctica cotidiana desde hace décadas.

La decisión permite “limpiar” la imagen de los de arriba ante la opinión y las instituciones internacionales que velan por el derecho a una vivienda adecuada, y que consideran los desalojos y las demoliciones como graves violaciones del derecho a una vivienda decorosa.

Actualmente, la mayoría de los solicitantes de permisos de construcción o reparaciones son incluidos en listas de espera que demoran años. Los materiales se asignan preferentemente a los que sobornan y así son priorizados, frente a los que esperan por su turno en dichas listas que nunca se hacen públicas.

Pese a lo afirmado por Fidel Castro en su alegato La historia me absolverá: “Hay piedra suficiente y brazos de sobra para hacerle a cada familia una vivienda decorosa”, el crítico problema empeora cada día.

Todo indica que tendremos que seguir esperando para la solución de este problema, pues el becerro gubernamental ni es de oro, ni realiza milagros. Sólo reprime.

corrientemartiana2004@yahoo.com