I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
 
 
________________________________________________

Esclavos de Palacio

Tania Díaz Castro 

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Si el cubano de origen norteamericano, terrorista y revolucionario de los años treinta del siglo pasado, Antonio Guiteras Holmes, viera lo que pasa en Cuba, de nuevo organizaría asaltos armados a cuarteles militares, pondría bombas en lugares públicos, y fomentaría huelgas generales, ejecuciones o secuestros de líderes políticos, y sabe Dios cuántas cosas más. Luchó, según sus historiadores, contra empresas extranjeras yanquis, por lograr una jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y por disminuir la tarifa eléctrica.

Guiteras podría ver cómo en cincuenta años de castrismo los trabajadores, pertenecientes todos a los medios estatales, entre  el  “trabajo voluntario”, actos políticos, reuniones y horas extras sin cobro alguno, emplean más de diez horas diarias para recibir al mes un salario miserable. Podría recordar entonces las palabras de José Martí: “Cambiar de amo no es ser libre”.

Hace unos días conversé con una joven, ex empleada del restaurante El Palenque, situado en las calles 190 y 17 del antiguo barrio aristocrático Country Club, hoy llamado Siboney, donde vive Fidel Castro y gran parte de su nomenclatura. Ella prepara un viaje para visitar a su hermano, médico internacionalista, residente fijo en Venezuela por haberse casado con una venezolana, con la que tiene dos hijos.

Conversamos como si hubiéramos sido amigas de toda la vida. Los cubanos somos así de abiertos y sinceros hasta con los desconocidos.

Me contó que la jornada laboral en El Palenque es de doce horas, porque sólo tiene un turno compuesto de más de cien trabajadores, que los gastronómicos, graduados en escuelas especiales reciben menos de 300 pesos cubanos como salario mensual -un poco más de diez dólares- y que la propina, al distribuirse de manera colectiva al mes, toca a muy poco por empleado.

Pero ahora viene lo mejor: se trata de un salario que no le alcanza -así me dijo- ni siquiera para pagar la electricidad que se consume en su apartamento de dos cuartos. Actualmente el precio del kilovatio es de diez a sesenta centavos, según el consumo.

Recordé entonces que por los años treinta el costo del kilovatio en Cuba era de trece a quince centavos y que Guiteras logró ponerlo a diez.

Eso sí, pude ver con mis propios ojos, precisamente en los momentos que el Estado desaparece los comedores obreros, que los trabajadores de El Palenque reciben almuerzo y comida en uno de los salones del propio restaurante, a la vista de todos, como para mostrar a cualquier curioso lo bueno que es papá Estado con sus esclavos. Como en la colonia, hace más de cien años, cuando los negros esclavos tenían su buena cuota de tasajo cada día.

El Palenque (así llamaban los negros esclavos a su campamento en el monte cuando se convertían en cimarrones), con sus decenas de puercos asados al carbón a la vista de los clientes: turistas, diplomáticos y personeros estatales, su buena panadería, pizzería y muchas cosas más, pertenece al Palacio de las Convenciones, que a su vez pertenece al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, lo que representa a su vez  buenas vías de financiamiento para el fracasado régimen de Fidel Castro.

 

 
Escriba una palabra clave o el tema
que desee buscar en las noticias o artículos publicados en Cubanet en español, inglés o francés
desde 1994 hasta 2009
 

___
 
___
Edificio de El Vedado. Antiguo Seguro Médico en N y 23. Foto tomada en 2009
 
___
 
___

 
http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html ___

 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.