Atrapados sin salida

Rafael Ferro Salas

PINAR DEL RIO, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Cada mañana cientos de ciudadanos atraviesan el parque del pueblo, conocido como  Parque de los veteranos, donde se reúnen los viejos que van quedando, veteranos de las guerras que hemos tenido. Están los que pelearon contra Fulgencio Batista, los de Girón y los menos viejos, en este caso los que participaron en las guerras de África.

Algunos de esos longevos se ganan la vida vendiendo baratijas. Los hay discapacitados por heridas de guerra, que se defienden de la situación que atravesamos, librando ahora la batalla contra el hambre, por la sobrevivencia.

De vez en cuando un policía se lleva a alguno. Hay casos de veteranos que han sido juzgados y multados con enormes sumas que no pueden pagar, y van a parar a la cárcel. Estos hombres se jugaron la vida por una causa que creyeron justa. Ahora languidecen sentados en ese parque de provincia como especies en extinción exhibidas en un zoológico de pueblo.

Los veteranos de guerra reciben del Estado pensiones que apenas les alcanzan para comer. Ofrecen una lamentable imagen, con la ropa raída y los zapatos rotos. Algunos turistas se detienen a tomarles fotos.

“Hubiera sido preferible morir peleando”, se lamentaba un ex combatiente. En cierto sentido tiene razón, esos hombres fueron una vez jóvenes llenos de sueños que se enfrentaron a las balas, codeándose con la muerte. Sobrevivieron, sólo para convertirse en ese triste espectáculo de un parque de provincia.