Sólo para turistas

Aleaga Pesant

VIÑALES, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – En el pequeño poblado Viñales, en la provincia Pinar del Rio, existen más de 400 casas que rentan sus cuartos a extranjeros, según fuentes de la comunidad. Casas de mampostería y hasta de madera recibieron en los últimos años permiso para hospedar turistas a un precio que oscila entre 15 y 30 cucos (moneda convertible) la noche.

Las casas de hospedaje también ofrecen servicio de desayuno: huevos, frutas, leche, yogurt, pan y galletas, a 5 cucos por comensal. 

A lo anterior se suman los paladares clandestinos. Allí, un almuerzo criollo con langosta y camarones de rio, como plato fuerte; además, potaje, arroz blanco, viandas y hortalizas cuesta 10 cucos, una ganga en comparación con los precios de de los restoranes del Ministerio de Turismo, casi siempre vacios.

Sin embargo, Viñales acusa un crecimiento urbanístico desorganizado, con pocas vías y el arribo de nuevos habitantes llegados de territorios aledaños, atraídos por la bonanza turística. Enclavado en un hermoso valle de mogotes, que lleva el mismo nombre del pueblo, Viñales vive un crecimiento sin precedentes en los últimos 10 años.  En ese parque se encuentran senderos de montaña, el conjunto cavernario Santo Tomas, el más importante de la isla, el museo de la prehistoria y otras atracciones rurales para turistas europeos en su mayoría, amantes de la naturaleza. 

Este ascenso de las construcciones turísticas privadas no fue detenido por los huracanes del 2008. Todo lo contrario. Se favoreció por ser parte de la imagen al exterior del gobierno.  De esa forma, el territorio se benefició con la entrega de materiales de manera oportuna. Escenario diferente se aprecia en otras comunidades de esa provincia.

Viñales se lanzó como polo turístico nacional a mediados de los años 50 del siglo XX.  Por esa fecha cientos de habaneros, en sus coches, viajaban más de tres horas  por la carretera central para llegar al hotel Los Jazmines, a deslumbrarse con la belleza del valle.