Agenda renovada
Frank Correa
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Aires inconfundibles de renovación y buena salud respiró el pasado 7 de mayo, a puertas abiertas, la Agenda para la Transición Cubana, en la nueva sede, la casa del secretario pro tempore Francisco Chaviano, en Jaimanitas.
La representación de líderes históricos y ex presos políticos que han purgado largas condenas en cárceles castristas, mezclada con la sangre nueva y pujante de la renovación, imprimieron un visible toque de modernidad y dinamismo, necesario para encaminar los programas de lucha y las opciones del pluripartidismo, elemento vital para la existencia de esta especie de “Parlamento de la oposición”.
Elizardo Sánchez desempeñó las funciones de moderador, guió a los reunidos como a una hermandad de hombres en posesión de un fin útil: defender los derechos de la Patria que, según Chaviano, es la razón fundamental de vida de los luchadores por la justicia social.
Félix Bonné, el otro secretario pro tempore, propuso que a partir de esta reunión, la Agenda para la Transición Cubana debía hablar de un antes y un después. Las ligerezas que dieron lugar a irregularidades en los secretariados anteriores no se repetirán. Tras una votación que fue ejemplo de transparencia, Guillermo Fariñas, Gisela Delgado y el doctor René Gómez Manzano fueron elegidos para ocupar las tres plazas vacantes del secretariado pro tempore.
Héctor Palacios, Presidente de la Unidad Liberal de la República de Cuba, en una de sus intervenciones dijo que a partir de ahora, a esas reuniones de la Agenda debe irse a trabajar, sugiriendo que todas las medidas de organización y control que se aprobaron por votaciones esa mañana eran el fin de un periodo gris.
Guillermo Fariñas fue portador de un mandato cuyo objetivo es persuadir a su hermano de lucha Jorge Luis García Pérez (Antúnez) a levantar la huelga de hambre, por tener ya los objetivos cumplidos:
-Llamar la atención de la opinión pública en su lucha, incluso fuera de Cuba.
-Poner a la policía política en jaque continuo.
“Antúnez constituye un eslabón necesario para la Agenda. Vale mucho más vivo” –dijo Fariñas, luchador por los derechos humanos, que también protagonizó una larga huelga de hambre hace un tiempo.
Uno de los acuerdos que ilustran el importante giro que ha emprendido la Agenda, lo tiene en sus manos la Comisión de Reglamento interno, encargada de rehacer sus estatutos, tomando lo positivo de la etapa anterior, y adecuando, donde la experiencia ha enriqueciendo, la perspectiva y el análisis de los miembros.
Otro de sus acuerdos cardinales fue que la Agenda para la Transición Cubana está abierta a todas las tendencias, líneas y programas políticos del resto de la oposición dentro de Cuba, siempre que cumplan el invariable requisito de enfrentar al totalitarismo y la sociedad socialista inoperante que nos gobierna.
Un ambiente de respeto mutuo, cordialidad y deseos de contribuir al mejoramiento humano, fue evidente en las intervenciones de todos los parlamentarios de la Agenda para la Transición Cubana. Regresó el diálogo, el fervor patriótico y aquellos aires de optimismo y clarividencia que empujaron un día a Guillermo Fariñas, Antúnez y Francisco Chaviano, los fundadores, a la idea primaria de arrastrar tras de sí a todas las fuerzas políticas y sociales de la oposición dentro de Cuba en una misma agenda. |