¡Ahorro o muerte!  (I parte)

José Manuel Caraballo Bravo, APLA

CIEGO DE ÁVILA, Cuba, junio (www.cubanet.org) - La nueva frase que ha invadido el territorio nacional es pura demagogia. “Los cubanos –dijo Máximo Gómez- o no llegan o se pasan”.

En la ciudad del Gallo, Morón, en el restaurante del mismo nombre, la empresa de comercio y gastronomía tomó la medida, en pleno verano y en tiempo de apagones, de encender los aires acondicionados una hora después de comenzado el servicio, o sea de 1 a 3 de la tarde, lo que ha obligado a los clientes a esperar este horario para no correr el riesgo de morir infartado por las altas temperaturas de un salón sin ventilación alguna.

Una de las trabajadoras comentó a esta agencia: “A mí no me importa si se vende más o menos, yo gano lo mismo, además ahora trabajo solo 4 horas, de 1 a 3 PM, y de 7 a 9PM, porque éstos son los horarios en que encienden los aires acondicionados”.

Es sólo un ejemplo del  deterioro de la calidad de los servicios y  los niveles de la productividad, muy diferente a las declaraciones del gobierno.

Por su parte, la empresa Correos de Cuba de Morón arriesga sus equipos de computación, ya que, a pesar de las altas temperaturas tomadas en la sala de navegación (36 grados centígrados), local  que está diseñado igualmente que el anterior para trabajar climatizado, no se permite siquiera encender las luces fluorescentes que consumen poca electricidad, y provoca que los clientes tengan que escribir en penumbras, en perjuicio de la buena salud de la vista. Esta locura colectiva se debe a la orden oficial de ahorrar.

¿Ahorro significa perjuicios y falta de respeto a los clientes? ¿Acaso transportarnos en la máquina del tiempo al pasado? ¿Volveremos a usar taparrabos en Cuba gracias a la revolución?