Apagón en tiempo de bolero

Rafael Ferro Salas

PINAR DEL RÍO, Cuba, junio (www.cubanet.org) - “No me vuelvas a cantar esa canción”, dice uno de los boleros más escuchados de Benny Moré. A los cubanos nos viene como anillo al dedo en estos tiempos de crisis económica.

Durante uno de sus rutinarios y planificados recorridos por las provincias orientales, el vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura dijo, entre otras cosas, que esta isla estaba mejor preparada que cualquier otro país para hacer frente a la crisis económica mundial. A manera de inocente desmentido, el director del diario Granma dijo en un editorial que “los cubanos debían aterrizar ante la crisis económica global”.
Uno de estos dos sujetos es mentiroso o yo me estoy volviendo más bruto con los años.
Quizás, para no ser terriblemente injusto, debo señalar que a lo mejor el anciano dirigente habló sólo para los orientales y no se percató de que sus palabras serían divulgadas en el occidente, teniendo en cuenta de antemano la fidelidad manifiesta de los orientales hacia la revolución.

Por un lado el viejito dice que estamos bien y sin lío ante lo que es un verdadero dolor de cabeza hasta para los países más desarrollados; y por el otro, el gacetillero Lázaro Barredo (director de Granma) alerta a todos los nativos para que pongan los pies en tierra y se preparen a enfrentar, entre otros males, a los temidos y nunca olvidados apagones. Lo pongo más claro: “abandonados en las tinieblas de la noche y sin ninguna orientación”, recurriendo esta vez al bolero que hizo época en la voz de José Tejedor.
Los medios de comunicación informaron que Cuba ha superado el plan de consumo de petróleo de este año, y eso puede ocasionar afectaciones en el fluido eléctrico, tanto en el sector estatal como en el residencial, refiriéndose a que los apagones le irán encima a los cubanos de “a pie”; para los cubanos de “a carro” el cuento es otro, porque esos tipos no tienen lío cuando de apagones se trata; son los que mandan en la finca y viven sin susto.

Pero a esos mismos que mandan y montan carros parece que se les olvidó que desde hace tiempo el comandante encamado inventó una revolución energética en la que la tarea principal fue electrificar el sector culinario privado. Hornillas y ollas eléctricas repartidas por doquier para elaborar la papa; fueron eliminados de cuajo los viejos y siempre útiles fogones de gas y kerosene. De madre el caso para las madres cubanas.

A estas alturas del partido en que barren a cualquiera de la cancha, el señor Barredo lleva las de perder entre estos dos anunciantes de cosas raras y ambiguas. En un pestañazo le pueden cambiar la e por la i a su apellido y no tendrá más remedio que bajar para  unirse al coro de todos los cubanos y seguirle cantando a la revolución: “Me abandonaste en las tinieblas de la noche, y me dejaste sin ninguna orientación”.

A los identificados con el régimen comunista les dejo, a modo de tarea para la casa, este artículo en tiempo de bolero.