Cálido julio

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - La primera quincena del mes de julio se presenta como una de las más animadas en materia política para el interior del país. Comenzó con la peculiar desinformación en los medios de comunicación sobre los sucesos de Honduras, y continuó con una fuerte represión sobre los demócratas, decididos a conmemorar los quince años del hundimiento del remolcador 13 de marzo. 

El remolcador fue hundido por paramilitares que operan remolcadores en la bahía de La Habana, pertenecientes a la Empresa Antillana de Salvamento, cuando intentaba huir del país. La agresión causó 37 muertos, de ellos 11 niños y cuatro personas no identificadas.

En el intento de honrar a las víctimas del crimen, varios patriotas recibieron golpizas de la policía política en Santa Clara y Holguín. En la Habana fueron agredidos el doctor Darsi Ferrer y el periodista independiente Roberto de Jesús Guerra, entre otros, cuando intentaban participar en actividades para conmemorar el brutal asesinato.

En otro escenario, la bloguera Miriam Celaya denunció cuarenta casos de dengue en el municipio Centro Habana, así como el silencio de las autoridades, sobre esta nueva epidemia.

Los demócratas de Matanzas y de Santa Clara se unieron para salvar la vida de Ariel Sigler Amaya, uno de los 75 héroes de la Primavera Negra, actualmente en pésimas condiciones de salud. Con el lema Salvemos a Ariel, se desarrolla una campaña entre los grupos prodemocráticos para poner a salvo al patriota preso.

Por otra parte, se reanudaron las conversaciones migratorias con los Estados Unidos, luego de seis años de interrupción. Norteamérica espera aprovechar la oportunidad para reafirmar su agenda y aumentar la libertad de movimiento de sus diplomáticos en la isla.
Cuba incumple el acuerdo a través de la tarjeta blanca que impide a los cubanos emigrar libremente. Se espera que estas conversaciones preliminares permitan abrir diálogos fructíferos.

La muerte de otro sacerdote español en lo que va de año, en Ciudad de La Habana, pinta como un trauma para las autoridades. Trasmite al mundo la sensación de inseguridad que sufre la ciudadanía ante el silencio de las autoridades.

Por último, y ajeno a estos problemas, Raúl Castro se fue a veranear al Mediterráneo. Primero en su segundo viaje a Argelia en el transcurso del año, algo inexplicable para el nivel de relaciones entre los países.  Luego a la reunión de dictadores (Paises no alineados) en Sharm el Sheikh, Egipto. 

Mientras, sus asesores preparan el discurso más importante del año, el del 26 de julio.  El acto central de la efeméride será en Holguín. De la prisión Cuba sí, en esa provincia, fueron trasladados a otras cárceles del territorio oriental siete presos políticos.