Una fiel intérprete del castrismo
Nelson Núñez Dorta
QUERÉTARO, MEXICO -Reina Campoalegre, cuyo apellido en la picaresca cubana, era modificado en alusión a su vida desorganizada y promiscua, diciéndose de ella que tenia extremadamente alegre una zona muy bien localizada de su cuerpo , llegó un día a su Policlínica a pedir una urgente interrupción de embarazo. Cumpliendo lo orientado se entrevistó con la trabajadora social, la Campoalegre, era una joven, que refería un noveno grado de escolaridad, gracias a su revolución y a su comandante, era también un mujer muy fértil, ya tenia cuatro hijos con una diferencia de casi el tiempo de embarazo entre cada pequeño hermano, el menor era de padre desconocido y los otros tres eran hijos de dos personas que cumplían reclusión por delitos comunes.
Ella, que no tenía una vida muy organizada, con gran desenfado exigía:
Primero: la interrupción para su actual embarazo.
Segundo: una vivienda, porque según expresaba, había sido expulsada y amenazada por sus familiares, que ya no soportaban el conflicto
Tercero: ayuda económica e internados semanales para sus hijos porque no podía tenerlos en la calle argumentando, que como la revolución era tan justa no la dejaría con sus descuidados pequeñitos en la calle y que ella tenía que trabajar.
Cuando la trabajadora social concluyo la entrevista, le explicó a Reina que se haría un informe para el gobierno municipal, donde que se abriría un expediente y se investigaría toda su situación y se atrevió además a darle un sano consejo. Con mucho cuidado y afecto le sugirió que debía ser más selectiva en cuanto a escoger parejas y que utilizara algún método de protección para controlar su fertilidad, dada la situación tan apremiante que presentaba. Ante estas palabras, aquella mujer reaccionó con una agresividad inesperada y absolutamente fuera de si, con un vocabulario impublicable respondió, a gritos, que ella estaba allí para que le resolvieran sus problemas como ciudadana cubana y que a nadie le importaba a cuales y a cuantos hombres ella le entregaba sus favores y que el asunto de protegerse o no durante el sexo era únicamente decisión muy personal. Pero el argumento más sólido y demoledor empleado por la Campoalegre, fue; “que se estaban inmiscuyendo en sus asuntos internos y su vida privada que esto era una violación de sus derechos y eso si no lo podía permitir, de ninguna manera que ella no estaba para eso, que se le debía ayudar y no estar cuestionando su vida” … Al final de tanto escándalo y del bochorno de la trabajadora social , se autorizó la interrupción del embarazo y se dio inicio al expediente del que nunca supimos su final porque la Campoalegre, según comentarios, se había trasladado a otro municipio, donde tenía hospedaje y ayuda material , que le brindaba un señor de la tercera edad , a cambio de algunos favores sexuales.
Esta historia es muy recurrente en mi mente, cuando escucho a los jefes y voceros de la vieja cúpula cubana, exigir al mundo el levantamiento incondicional de las medidas económicas de Estados Unidos , así como el reconocimiento de su régimen y la liberación de los cinco espías no confesos , pero se muestran ofendidos e indignados ante cualquier sugerencia de cambios o apertura democrática empleando siempre el argumento , de que esto seria inadmisible , puesto que estas tímidas sugerencias del algunos gobiernos significarían únicamente inmiscuirse en los asuntos internos de la nación lo que constituye una violación del derecho internacional.
Hoy tengo toda la seguridad de que Reina Campoalegre estaba instruida con los discursos y consignas de su comandante , basando sus demandas , en el pensamiento y la política del dictador Fidel Castro, pienso, que de haber sido descubierta por este, seguramente la hubiese colocado en un alto cargo, por considerarla “una de las mas fieles.
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