Cedros, caobas y cotorras
Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press
LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) – El nicho ecológico Loma de Cunagua, en el municipio Bolivia, provincia Ciego de Ávila parece, de lejos, un lunar en la extensa llanura. Allí se formó, capricho de la naturaleza, durante la evolución geológica de la isla.
La excentricidad geográfica de la montaña, como suele ocurrir con las singularidades topográficas, permitió el desarrollo espontáneo de especies endémicas y otras autóctonas de la flora y la fauna. La Loma de Cunagua es también estación de tránsito donde anidan numerosas aves migratorias. El parque natural está en peligro debido a la intromisión humana y al pésimo manejo de los recursos naturales, que se expresa en la ilícita comercialización de la flora y la fauna del lugar. El sitio debe declararse en “alerta roja”, de acuerdo a los testimonios recogidos:
“Varios trabajadores de Cunagua descubrimos en la zona conocida como Estrella Roja, muy agreste, que están acabado con los cedros, caobas y otras especies preciosas de árboles. Su población abarcaba una gran extensión de terreno, y hasta se ha instalado un aserradero artesanal para procesar la madera allí mismo” –declaró Arcil Borges, trabajador del refugio silvestre. Expresó también que la caza de la jutía conga, de exquisita carne, es común, y lo mismo sucede con las cotorras, para fines comerciales.
“En los informes oficiales –expresa Borges- se reporta la masiva existencia de esas aves, pero no es cierto porque están prácticamente extinguidas. Escuchábamos siempre el chillido de algunas cotorras, pero enjauladas. Los cazadores furtivos las mantienen en jaulas y las alimentan para que no se mueran, y luego las venden”.
Los hermanos Roberlán y Ever Zamorano, también trabajadores de Cunagua, han denunciado estos hechos a las autoridades, pero sólo reciben amenazas de los delincuentes ecológicos. En una asamblea obrera, cuando se tocó el tema de las ilegalidades que se cometen en la zona, se puso de relieve que la policía no hace nada, ni las autoridades administrativas de la empresa Flora y Fauna de Cunagua tampoco.
El parque, cuatro días a la semana, recibe la visita de turistas extranjeros provenientes de Cayo Coco y Cayo Romano, y los guías les permiten disparar contra cualquier ave en vuelo.
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