Relación peligrosa

José A. Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista, recordó, aunque con un día de atraso, este 22 de diciembre al sacerdote-comandante Guillermo Sardiñas, al cumplirse 45 años de su fallecimiento. 
Sardiñas, según se asegura, es el único sacerdote católico que en la isla ha vestido una sotana verde oliva.

Las nuevas generaciones no saben que este comandante existió, pues se le menciona de forma excepcional; no obstante, Granma dijo que en la Sierra Maestra, “además de oficiar misa, bautizar a infantes y celebrar bodas, fue un activo alfabetizador de niños y adultos y promotor de numerosos actos de carácter humanitario”. 

Agregó el diario que el Padre Sardiñas “se distinguió también como defensor de la justeza de la Revolución Cubana en foros en muchas partes del mundo”. 

En contraste con esa presunta justeza, en este propio mes de diciembre, un joven fue expulsado de su empleo por tener relaciones de amistad con un cura. Jordán Blanco Lorenzo  era trabajador civil de las Fuerzas Armadas. Laboraba  como chofer  en la unidad 7871 (tanques y transportes), radicada en Calle 100 y Loma de Tierra, en el municipio Cotorro, pero en sus horas libres manejaba el auto del sacerdote de  la iglesia San Isidro, en la localidad de Managua. 

“El Padre Adrián no tiene licencia de conducción, y cuando él necesitaba ir a otras comunidades católicas yo le manejaba el carro”, dijo Blanco Lorenzo, de 24 años, residente en esa barriada. 

“Les expliqué a mis superiores inmediatos que el Padre se ha portado muy bien con mi familia, y que lo menos que yo podía hacer era ayudarlo en algo, pero no entendieron”, agregó el joven. 

De acuerdo con su narración, Blanco Lorenzo pierde su empleo porque supuestamente violó la disposición 015 del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), la que indica que el personal militar y los trabajadores civiles de las FAR no pueden relacionarse con extranjeros sin la previa autorización del mando. El Padre Adrián es mexicano. 

De todas formas, es muy difícil comprender que exista peligrosidad real para un país porque alguien tenga amistad con un sacerdote católico, sea este mexicano o de cualquier otra parte del mundo. 

Con seguridad que el comandante-Padre Sardiñas no hubiera visto nada de devoción cristiana en el acto de sacar de su empleo a un joven por tener buenas relaciones con un sacerdote.