: Cuba: Fábula de la niña italiana y el Rey Malo 
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Fábula de la niña italiana y el Rey Malo 

Juan Carlos Romero Mestre

ITALIA, agosto, www.cubanet.org –Yo, en todos los sentidos, siempre lo tuve claro cuando salí de Cuba. Estaba preparado para no volver a ver a mi familia, en mi caso a mi padre, mi hijo, primas, abuelos, amigos, etc. Además, asumí soportar que me confiscaran injustamente mi casa y mis bienes personales, por el simple y natural hecho de emigrar.

A diferencia de cualquier país del mundo donde, sea por problemas económicos o políticos, los ciudadanos realizan de manera completamente normal esa transmutación de lugares, hábitos y costumbres llamada emigración y, de última, siempre pueden regresar a su terruño cuando lo desean, en Cuba esto no funciona para nada así, como ocurre con muchas otras cosas.

Lo que ahora, varios años después, me cuesta explicar a mi nueva familia italiana y principalmente a mi hijita de 5 años, es la absoluta imposibilidad de que su padre, ella y su madre puedan acudir a Cuba, en mi compañía, a ver a su abuelo, a su hermano y demás familiares. Me fue más fácil lograr que creyera que la abuela paterna estaba en el cielo, descansando en paz, muerta. Mi hija no entiende de ningún modo que su abuelo paterno, su hermano, su bisabuelo y su bisabuela estén en Cuba, y ella no pueda hacer un viaje con su padre y su familia, como es habitual en cualquier rincón del mundo.

Tuve que inventarle -o sea, decirle la verdad- que el gobierno no me dejaba entrar al país porque según ellos, me escapé y soy un traidor. Pero mi hijita no paraba de preguntar quien era el que no me dejaba entrar, y yo evitaba explicarle más, pensando que se olvidaría del asunto, para ahorrarle el sufrimiento de conocer el azote que padecen  nuestros familiares y compatriotas.

Mi niña, por si sola, encontró la explicación después de ver un programa de televisión sobre Cuba. Se ha inventado toda una historia de que en Cuba existía un Rey Malo escondido, que dominaba a todos, y otro segundo Rey, hermano del Malo, que no dejaba a su padre (yo) entrar en su país; que los habitantes de ese reino odiaban a su malvado Rey y a su hermano. Se me ha hecho difícil explicarle donde está el Rey Malo y porque está gobernando ahora su hermano.

Ayer, después de 14 meses de no aparecer el Rey Malo antes sus súbditos, mi hija nos avisó alborozada, para que lo viéramos en el noticiero de la TV española. Mientras, al ver al tirano, me informaba con gran algarabía, que había preparado una espada con poderes mágicos y que ella sola,  con su nueva espada mágica, iba acabar con el Rey Malo, para que pudiéramos entrar a Cuba a ver a nuestra familia.

 

 

 
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