Dan alimento podrido a presos de Valle Grande
LA HABANA, Cuba, 25 de agosto, (Jaime Leygonier, www.cubanet.org) - Según informó desde el penal Valle Grande, en la provincia Habana, el preso de conciencia Dr. Darsi Ferrer Ramírez, un número no determinado de presos recluidos en esa institución son víctimas de una intoxicación causada por un picadillo (carne molida) en estado de putrefacción.
El Dr. Ferrer refirió que, "Cuando sirvieron el alimento descompuesto advertí a los otros presos que no lo comieran y muchos se abstuvieron, pero quienes no me escucharon sufren severas inflamaciones en la cara y otros síntomas de intoxicación". Se ignora si la intoxicación se extendió a toda la población del penal o solamente la de la brigada y barraca del médico disidente.
Estos problemas son frecuentes en los penales de todo el país, al igual que la escasez de agua (que además no es potable), la mala alimentación, la falta de higiene, además de la deficiente asistencia médica, según denuncian los presos y sus familiares. Estas causas provocan enfermedades parasitarias, de la piel, tuberculosis y otros tipos de plagas.
El Dr. Ferrer informó que en la prisión Valle Grande, al menos desde que el fue encerrado en ella, la dieta diaria consiste en potaje de chicharos, arroz y picadillo.
El picadillo, el mismo que el Estado vende a la población a través de la cartilla de racionamiento, conocido como "picadillo extendido" o "de soya", es elaborado con desperdicios y, para disimular su mal olor, se le agrega gran cantidad de ajo.
Es envasado en bolsas de nylon que frecuentemente llegan a las carnicerías inflados por los gases producidos por la putrefacción; los carniceros desinflan las bolsas pinchándolas.
Además reporta el Dr. Ferrer, que en el penal Valle Grande, al igual que en muchas prisiones, campamentos de trabajo, escuelas y viviendas en Cuba, las barracas tienen techos de fibrocemento, un material cancerígeno.
El Dr. Ferrer, conocido por las marchas pacificas del 10 de diciembre ante la sede de la UNESCO en La Habana, se distingue por una seria labor social y de periodismo médico que reveló marginaciones sociales y la catástrofe del sistema de atención de salud.
Entre otros temas, analizó como el sistema penitenciario cubano provoca en breve tiempo la pérdida de la salud física y mental y viola la legislación internacional sobre las condiciones mínimas para los reclusos, acordadas por la ONU, tipificando como tortura sistemática.
El médico, preso de conciencia, permanece encarcelado desde el pasado 21 de julio por un supuesto delito de “receptación y atentado", debido a que reparaba su ruinoso apartamento con materiales regalados por un amigo. Normalmente, las autoridades multan, sin encarcelar, por ese delito.
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