Aurora espera por sus dientes

Tania Díaz Castro 

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Aurora es una vieja amiga con la converso por teléfono en algunas ocasiones. Hace unos días mezclaba suspiros llorosos con las palabras, y todo por culpa de su dentadura.

Hace un año que le faltan dos dientes, y como presume de mujer bonita que fue, apenas abre la boca cuando ríe.

Su problema es serio. Durante mucho tiempo se arreglaba la dentadura con la doctora Ana Valdés, de la policlínica Van Troi, de Carlos III y Hospital, muy cerca de su casa, pero un día, para sorpresa suya, la doctora se había evaporado: estaba en Venezuela como cooperante y nadie sabía cuándo regresaba. Hizo intentos mi amiga por solicitar servicio de estomatología con otros facultativos, pero nada. Sigue sin poder reírse, en espera de sus dientes.

Cuenta que siempre falta algo en la policlínica de su barrio: el agua, algún instrumento quirúrgico, los guantes, la anestesia…

-Es un verdadero desastre el servicio estomatológico en Cuba -dice.

Hace unos años los cubanos vimos en la pantalla del televisor la nueva dentadura de implante de la última tecnología que lucía, al sonreír, Fidel Castro. Envidia sentimos todos los que necesitamos una prótesis de dientes centrales, que no se mueva como las tradicionales de Cuba, y volver a disfrutar de una dentadura como propia; reír, comer, lucir decentemente.

Mi amiga Aurora, por ejemplo, sigue recorriendo media Habana en busca de solucionar su problema dental y nada. Ha regresado a su casa alicaída y defraudada. Debe esperar dos o tres años a que su dentista regrese de Venezuela, porque, dice: “Un amigo vale más que un central azucarero”.

El 4 de noviembre del pasado año el director de Estomatología del Ministerio de Salud Pública, señor Armando Mojaiber, dijo al periódico Juventud Rebelde que el problema de los dientes perdidos es imposible resolverlo con prótesis y que la única solución verdadera era evitar esas pérdidas.

Un año antes, el 28 de octubre, el mismo periódico realizó una investigación en clínicas estomatológicas de Ciudad de La Habana, Cienfuegos, Pinar del Río, Villa Clara, Ciego de Ávila y Granma, que dio como resultado que el servicio estomatológico que brinda el régimen castrista es muy deficiente. Según la investigación, los centros visitados carecían de prótesis, de agua, de sillones, de baños, de resina para la reparación de dientes, de vestuario adecuado, y presentaban graves problemas en la atención a la población, con el almuerzo de los empleados y, sobre todo, muchos pacientes confesaron haber pagado furtivamente cuando recibieron el servicio.

Esta situación continúa no sólo en clínicas visitadas, sino en todo el país.

Es lógico entonces -teniendo en cuenta que la mala salud bucal puede desembocar en cáncer- que esta enfermedad se haya convertido este año, según datos oficiales, en la primera causa de muerte entre los cubanos, con más de 21 mil fallecidos en 2008.