Holguín en 26 

Yosvani Anzardo Hernández 

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - Hago un dulce de maicena  fabuloso. Es curioso, porque dice mi esposa que eso mismo hacíamos antes, pero para pegar las libretas de los muchachos. No recuerdo en qué momento comenzamos a comernos el pegamento, o si lo que hicimos fue sustituir importaciones porque la cola loca es extranjera. De cualquier forma, ahora las libretas hay que comprarlas en moneda convertible.

Aunque el pegamento por excelencia siempre fue la pasta dental marca Perla. Como dentífrico no será gran cosa, pero como pegamento es un fenómeno. Todavía quedan albergues decorados con páginas de la revista soviética Misha. Sin embargo, tengo un amigo que vive en Estados Unidos, y dice que Colgate no sirve para pegar.

Menciono aquellas viejas e ilustradas revistas porque es bueno recordar a los luchadores por la democracia de aquellos tiempos, y es que últimamente hay personas de mi generación que ignoran el aporte de los que nos precedieron. A fin de cuentas esto es como dice Don Cangrejo, el jefe de Bob Esponja: "Aquí no se descansa desde la escasez del 59", con la diferencia de que no tenemos Cangreburger.

La escasez es como la sombra del cubano desde que nace. En los años noventa apareció un hongo que la gente echaba en un vaso con agua, lo revolvía, se lo tomaba y aquello sabía a cañandonga.

A la provincia Holguín le otorgaron este año la condición de sede del acto central por el 26 de julio. Fue un gran honor para mí, y la razón es que cuando le asignan esa vaina a una provincia es porque la situación política y social allí es difícil para el gobierno. También se le asignan a la provincia recursos para organizar los festejos, y los remanentes se invierten en la población. Por ejemplo, ahora se está vendiendo ropa reciclada en moneda nacional a los trabajadores.

El hecho de que presten atención a Holguín, después de 13 años de olvido, es la prueba de que la oposición está dando qué hacer a la dictadura.  

Los indicadores económicos y sociales son muestras de lo mal que andan las cosas por acá, pero las marchas pacíficas, los mítines y las acciones de desobediencia civil que estamos realizando, nos permitió ser la sede para festejar el día de la rebeldía nacional. Esto marcha a todo vapor, las amenazas cada día funcionan menos. 

Las amenazas y la propaganda sólo congregaron a 200 personas en el acto; nosotros podemos congregar más en cualquier momento. Alguien está engañando a sus superiores por alguna razón. Es como el párrafo de aquella vieja carta: “Manden gente que estamos ganando".