I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
 
 
________________________________________________

Cuqueando al muerto (Final)

José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Tampoco estaría de más, si es que volvemos a referirnos a las desigualdades económicas que hoy dividen a los cubanos, dejar en claro que su origen no se halla (como tanto le gusta repetir a los voceros de la dictadura) en el derrumbe del campo socialista europeo, y en las tibias reformas económicas que en consecuencia fueron adoptadas aquí; mucho menos en los ciclones de agosto o en lo que ahora llaman la crisis mundial del capitalismo.

Políticamente hablando, ese es un modo miope de observar la realidad, ya que, incluso, desde los primeros días de 1959, existe en Cuba una regla, no escrita pero preeminente a ojos vista, y, aún peor, acatada como don de ab aeterno, que ha establecido diferencias de años luz entre las posesiones, el poder adquisitivo y los accesos a todo tipo de privilegios que ostentan los mandamases con su parentela, y aquellos a los que el pueblo tiene derecho o posibilidades de alcance.

Mucho menos ocioso sería dejar caer en este nuevo “debate” algunas palabras en torno al frustrante panorama de los cubanos negros, ya que no es posible pasar por alto nuestras desigualdades sociales.

Y menos aún deberá quedar al borde y en lo oscuro nuestra carencia número uno, la innombrable, la que siempre queda fuera de toda discusión y todo discurso: la falta de libertad individual para actuar y expresarse en Cuba, para elegir a nuestros representantes, para crear bienes materiales, incluso para pensar al margen de las normas que traza el poder.

Eso por no referirnos a la segura ausencia entre los participantes en este (dicen que libre) debate popular, de aquellos que se oponen abiertamente a la política del régimen, por más cubanos que sean y por mayor que resulte su agonía, su vergüenza y su responsabilidad (tanto como las de cualquier otro compatriota honrado), frente a los problemas mismos y a sus posibles soluciones.

Nuestro desarrollo económico, según quedó demostrado en aquellas asambleas de hace dos años, con innumerables ejemplos (aunque sin poder mencionar su auténtica raíz), ha sido asfixiado por decreto, y además, por un decreto vesánico y dictatorial, que ignora el postulado de la historia y las premisas establecidas por la inteligencia universal, incluida la de los grandes pensadores de izquierda, subordinándolo todo al voluntarismo de un dedo que no paró mientes a la hora de condenar al fracaso y a la miseria a un pueblo crédulo, tolerante (por históricamente sufrido), y sin otro amparo que su proverbial paciencia.

Tal vez sería mucho pedir que le den libre cabida a estos criterios en los nuevos “debates”.

Pero ya que se nos está ordenando objetividad y franqueza, cumplimos humildemente preguntando cómo es posible que el mismo régimen perpetrador de la debacle descrita por los asambleístas de hace dos años, y que ahora vuelve a salir a colación, intacta, ese mismo régimen, con su misma plana mayor, con su partido único y hasta con sus presupuestos de toda la vida, intente hacernos creer que podrá enderezar en poco tiempo (ya que ni ellos ni nosotros disponemos de mucho) lo que ha jorobado durante medio siglo.

 

Cuqueando al muerto (II parte) - Cuqueando al muerto (I parte)

 
Escriba una palabra clave o el tema
que desee buscar en las noticias o artículos publicados en Cubanet en español, inglés o francés
desde 1994 hasta 2009
 

___
 
___
 
___
 
___

 
http://www.cubanet.org/inicio_tienda.html ___

 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.