El hielo de Haier

Leonel Alberto Pérez Belette

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Las necesidades han dotado de especiales dones a los ciudadanos. Cada cubano lleva dentro algo del humor de Quevedo.

Claudia y Alexander forman una pareja de recién graduados de Economía, y comparten un pequeño cuarto en la barriada del Vedado. El inmueble se redujo  con la llegada de un refrigerador chino marca Haier. 

La posibilidad de contar con un electrodoméstico nuevo les alegró la vida, pero con el tiempo Haier se transformó en un hueco negro en medio del cuarto, cuya contemplación se tragaba las esperanzas de la pareja. Con el salario que ganaban como empleados de un banco, jamás llenarían de alimentos una gaveta del aparato. Las cubetas de hielo, el agua, la pasta de dientes, un trozo de pez gato y cuatro papas, no endulzaban la perspectiva. Las facturas de electricidad y las cuotas de pago del equipo erosionaban sus bolsillos.

El calor y la plaga de insectos en medio de la noche despertaron el ingenio de Alexander y Claudia. Tomaron un pomo plástico con hielo y lo colocaron tras un ventilador de la era soviética, que les lanzaba puro vapor desde una esquina de la habitación. La pareja sintió que el ambiente refrescaba. El único inconveniente del aire acondisoplado fue que tuvieron que levantarse a cambiar el pomo cada dos horas, ya que el hielo se derretía, aunque cualquier sacrificio se justificaba con tal de mitigar el bochorno.

Desde ese día, Haier pasó a desempeñar una función básica dentro del hogar; además de almacenar los alimentos de la libreta de racionamiento.

En el congelador del aparato siempre hay a mano varios pomos plásticos con hielo, y otros tantos, con agua, esperan su turno para subir de piso. La pareja ha descubierto que al colocar varios pomos tras el ventilador la temperatura baja más en el cuarto. 

Durante la crisis de los 90, el gobierno prohibió la venta de aires acondicionados. Sólo los miembros del cuerpo diplomático, técnicos extranjeros, dirigentes de alto nivel y determinados empleados del gobierno están autorizados a tener aire en la casa. La capacidad de generación eléctrica se ha recuperado considerablemente; pero es poco probable que liberalicen las ventas de estos equipos después que se anunció la actual campaña de ahorro de energía.