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Viejos peligros y rostros nuevos de cara a la revolución mundial  

Miguel Saludes  

MIAMI, Florida, septiembre, www.cubanet.org -La gira internacional emprendida por Hugo Chávez a principios de septiembre, reforzó la proyección de su imagen con aureola de liderazgo mundial. Todo parece indicar que el mandatario venezolano considera seriamente llenar el vacío que dejará la desaparición física de Fidel Castro. La atención que recibiera durante décadas la figura del dictador cubano va pasando irremisiblemente hacia los hechos y acciones interpretadas por su alumno aventajado.  

Muchos críticos de Chávez perciben la mayoría de los eventos que él protagoniza a manera de extravagantes exabruptos, fruto de su personalidad controversial. Pero más allá de apreciaciones superficiales, va apareciendo con mayor nitidez el verdadero perfil del personaje.  

La indiferencia ante lo que ya es evidente debería dar paso a la preocupación. Además del las ambiciones no disimuladas, el ego del sustituto de Castro cuenta con importantes recursos a su disposición y el respaldo que le otorga la manera en que arribó al poder.  

En Irán, una de las escalas de esta tournée gubernamental, el ayatolah Jameini pidió al líder de la corriente socialista bolivariana, que encabezara un movimiento revolucionario a escala planetaria. Por su parte el presidente Ahmadinejah fue más directo al afirmar que Teherán y Caracas deberían establecer lazos estrechos para ayudar a expandir las fronteras anti imperialistas, ayudando a los pueblos oprimidos. Manifestaciones que no deben tomarse a la ligera cuando vienen de voces con propensiones mesiánicas.

La cooperación  normal entre naciones deja de serlo cuando entre los objetivos de colaboración se introducen elementos conspirativos de alcance universal. Sobre todo cuando los que elaboran estos pactos exhiben una postura irresponsable. La obsesión iraní por desarrollar el uso de la energía nuclear, observada como una determinación del régimen teocrático a desarrollar armas nucleares, recibe con el respaldo de la Venezuela chavista un potencial abastecedor de uranio enriquecido. El puente establecido entre los socios deja abierta las posibilidades para que el país sudamericano quiera sumarse al equipo conflictivo de los abanderados atómicos.

El empeño por adquirir armamento ofensivo de moderna tecnología y poder, es una prueba de que el comprador piensa en grande. Con las miras puestas en submarinos y misiles de mediano alcance, por ahora el destino de cientos de millones de dólares de la economía venezolana quedó comprometido en la adquisición de tanques y más fusiles. Un dineral invertido en un absurdo por alcanzar la paridad militar con Washington, según dejó insinuar el visitante durante su estancia en Moscú.

Dimitry Medvedev prometió venderle a Chávez las armas que este desee. La declaración precedió al reconocimiento hecho por el presidente venezolano sobre la independencia de Abjasia y Osetia, dos provincias separatistas georgianas convertidas en repúblicas apuntaladas por el Ejército Ruso. "Pronto comenzaremos las gestiones para establecer relaciones diplomáticas con esos países", declaró Chávez. 

El reconocimiento de la independencia de los territorios cercenados a Georgia, dejó asomar el rostro oportunista de Hugo Chávez, quien calificaría de imperialista cualquier reconocimiento del mismo estatus para alguna de las regiones separatistas de Bolivia. Pero esa ha sido la reacción de Nicaragua y Venezuela, las dos primeras naciones en aprobar el acto por el que una superpotencia le arrancó dos territorios previamente poblados con ciudadanos suyos a un pequeño país. Una acción con olor al colonialismo que dice combatir el bolivariano.

Otro punto a destacar en la gira de Chávez fue su cuarta visita a Belarús, invitado por su homólogo Alexander Lukashenko. "Te traje un saludo del 'eje del mal', de sus dirigentes de Cuba, Argelia, Libia, Turkmenistán", fueron las palabras de salutación que Chávez dedicó a su anfitrión.  

El país bielorruso tiene muy poco que ver con la democracia que predomina en el viejo continente. Su gente vive bajo los caprichos de un gobernante que casi se ha declarado en guía único, padre supremo y par de Dios ante su pueblo. Este régimen totalitario, reminiscencia de lo peor del zarismo y el estalinismo, no solo recibe el abrazo de su hermano socialista estilo siglo XXI, sino que es convidado por este a conformar una alianza supranacional. "No será una unión como la de las repúblicas socialistas soviéticas, sino de repúblicas libres agrupadas en una unión", dijo Chávez al referirse a su propuesta.  

Los análisis que insisten en mostrar al Chávez pintoresco, incidente normal dentro de la atropellada política latinoamericana, tendrán que modificar su manera de apreciar las cosas. La culta Europa, y buena parte del mundo avanzado de su tiempo, se rieron de la misma manera ante las poses de Hitler y Mussolini. Los discursos, las manifestaciones de grandeza, alianzas y absurdos de todo tipo, terminaron materializándose para desgracia de la Humanidad. La errónea evaluación de la tragedia en ciernes tuvo que ser lamentada hasta la angustia de una guerra sin precedentes.

 

 
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