Los caballos de Troya

Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - El Congreso de los Estados Unidos eliminó las normas impuestas por la anterior administración referentes a las limitaciones de las visitas familiares a Cuba. Ajustado a las nuevas normas, el gobierno de Barack Obama decidió el 3 de septiembre ponerlas en práctica, sin ninguna restricción.  

Los medios del gobierno cubano mantienen total silencio ante el acontecimiento, que de una manera u otra beneficia a la mayoría de los cubanos residentes en la Isla. Tal parece que  temen que los visitantes se conviertan en caballos de Troya. 

El fin a las restricciones para viajar a Cuba ha sido descrito por importantes figuras del régimen como un “barniz cosmético”. La retrógrada y adinerada elite está en desacuerdo con que los cubano americanos visiten a sus familiares, traigan alimentos, medicinas y envíen remesas. Es algo inaudito. Lo único que puede explicar este antipatriótico proceder de los gobernantes cubanos, es que estén aterrorizados ante la posibilidad de que los caballos de Troya cabalguen por el país y logren lo que cinco décadas de confrontación no han conseguido. 

Hermanos, hijos, primos, nietos, padres llegan como nuevos mensajeros de la reconciliación. Las autoridades se niegan a asimilar las medidas, y a  dar una explicación al pueblo que dicen representar.  

Se espera que el número de viajeros procedentes de Miami sobrepase los 200 mil a finales de diciembre. La señal más clara de que esto se alcanzará es que se ha producido un aumento sustancial en la cantidad de vuelos, que ya sobrepasan los 35 semanales. Entre los meses de abril y mayo de 2009 han viajado a Cuba 55 mil cubanos procedentes de Miami. 

Con suficiente dinero y recursos, son estos visitantes los que tienen la voluntad y la capacidad de ayudar a su pueblo. Que sus familiares, vecinos y allegados logren cierto grado de independencia social y económica gracias a esos caballos de Troya, es a lo que le teme la dictadura.

ramsetgandhi@yahoo.com