Ausencia de emociones

Laritza Diversent

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Resulta gracioso el impacto internacional del concierto “por la paz”, que dará el cantante Juanes en la Plaza de la Revolución el domingo, que no ha tenido promoción en la Isla. Poco se dice al respecto en los medios oficiales. Lo cierto es que a muchos cubanos les da lo mismo que cante Juanes o no.

A mí me importa poco. Si viene, no iré a verlo. No porque tenga algún inconveniente político, sino porque de antemano se sabe cómo se pondrá el ambiente. Guaguas repletas, tumultos.. Mejor lo veo por TV. 

Esa misma impresión la tiene Dayana, joven estudiante de un tecnológico capitalino, que se enteró del concierto por las bolas callejeras. Una amiga le contó que “la mafia anticubana de Miami” había amenazado de muerte al cantante y su familia si venía a Cuba.

Ella es fanática al pop latino. Sin embargo, el  eventual concierto no le despierta emociones ni desazón. En otras palabras, le gustan las canciones de Juanes, pero le importa poco si viene o no viene a Cuba. 

No obstante, si el cantante llegara a presentarse en la Isla, como todo indica, Dayana aprovechará la oportunidad. Le gustaría ser parte de esas multitudes que corean a sus intérpretes preferidos. Quiere gritar, cantar y bailar con sus amistades, al igual que lo hacen otros jóvenes del mundo en los conciertos que ve a través de su reproductor de DVD.

Hasta ahora, sólo ha visto la actuación en vivo de un cantante de fama internacional, una que otra vez, en un programa de televisión. La mayoría de las veces tiene que alquilar un disco en los bancos de película del mercado negro. Ella también quiere vivir esa experiencia en carne propia, saber qué se siente y cómo se disfruta.

A ella no le interesa quién se beneficia con el hecho, o si Cuba no es un lugar para cantar por la paz, ni si el gobierno politiza el concierto. Los cubanos, como cualquier otro pueblo, y ella, como ser humano, tienen derecho a disfrutar de la cultura y el arte mundial.

Parece una sátira, el exilio que grita a los cuatro vientos que lucha por los derechos del pueblo cubano, y repudia a un cantante porque va a actuar en La Habana. No se dan cuenta que su visita es intrascendente para el contexto cubano. Seguirán las mismas necesidades, hambre y frustraciones. Por eso, entre los cubanos de este lado del mar, la visita de Juanes no despierta emociones.