Vivir un poco mejor (I parte)

Martha Beatriz Roque Cabello

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Las carreras universitarias de la rama económica han sufrido modificaciones durante estos años. El economista integral desapareció y comenzaron las especializaciones, que no fueron tales. Así pasó también con los contadores, que llegaron a tener una carrera corta de 3 años, pero todo parece indicar que los conocimientos básicos de estas carreras se han quedado cortos, al igual que otras muchas disciplinas. El gobierno, en estos momentos, lo reconoce.

Lo fundamental es que conceptos tan técnicos como el de contabilidad han sufrido cambios, debido el lenguaje virtual del sistema, y a que los especialistas no se ciñen a la definición exacta del término.

El gobierno inició hace años un proceso a través del cual designa las empresas como de contabilidad confiable o no; algo que contradice los conocimientos que, se supone, adquirieron los especialistas. Y es que la contabilidad es una sola; si ella no es segura, no es contabilidad.

¿Y cómo llegan a obtener las cifras del Producto Interno Bruto, con más del 60% de las empresas productivas del país sin contabilidad? Será con el lápiz sin punta y con una que otra estadística no aceptable.

Esto no sólo trae problemas en la macroeconomía, sino faltas de controles en la microeconomía. Se pueden poner tres ejemplos, elementales para un contador de empresa, o para la persona que controla las finanzas, y máxime si se trata de operaciones en cuc (peso cubano convertible):

En cualquiera de las floristerías que se encuentran en el Vedado, Miramar y otros puntos de Ciudad de la Habana, donde se venden flores de importación, se preparan ramos (bouquet) con un costo adicional. Solo las flores tienen puesto el precio, pero no se sabe el costo de preparar el ramo, hasta tanto la florista termina su trabajo.