Renacer de la religiosidad

Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -La Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, es reverenciada por los creyentes el 8 de septiembre.  En esta ocasión el festejo ha recibido una connotación especial, pues la Iglesia Católica prepara el jubileo en 2012 para celebrar el 400 aniversario del hallazgo de su imagen por tres hijos de la tierra cubana que representan a todo nuestro pueblo. 

Hasta la década de 1990, el gobierno persiguió activamente las creencias religiosas.  Los festejos de las Navidades fueron sustituidos por las celebraciones por el advenimiento de la revolución, el 1 de enero de 1959, y quienes profesaban algún credo tenían dificultades para lograr trabajo del empleador único: el Estado o  tener acceso a la universidad; eran vistos como parias sociales. 

La población cubana había sido fundamentalmente católica, pero debió alejarse de sus prácticas, al menos públicamente.  Los cambios mundiales y las dificultades económicas del gobierno en aquellos años lo llevaron incluso a admitir creyentes en el Partido Comunista.  La visita del Papa Juan Pablo II en 1998 impulsó cierta apertura a la Iglesia Católica, entre ella que se autorice la realización de procesiones, en contadas oportunidades y lugares. Pero a medida en que el pueblo ha ganado confianza de que no  sufrirá represalias por exteriorizar sus sentimientos religiosos, y  al perder aun más las esperanzas de que la situación existencial mejore, los cubanos se acercan a la fe en procura de aliento para soportar la dura carga cotidiana y  ayuda para resolver sus problemas.  La participación en los cultos religiosos se incrementa y, cada vez más, los padres incorporan a sus pequeños. Todavía estamos muy lejos de la religiosidad de otros países, particularmente los latinoamericanos, donde tradicionalmente el catolicismo fue superior.

En las misas y la procesión que se realizaron en La Habana este 8 de septiembre, la participación del pueblo fue impresionante comparada con años anteriores, en los cuales ya se apreciaba el incremento sostenido.  Las calles del recorrido, encabezado por el Cardenal Jaime Ortega, estaban colmadas de personas de todas las procedencias socio-económicas, pero mayoritariamente muy humildes.  El día anterior, la Iglesia de la Virgen de Regla, al otro lado de la bahía también se  había rebosado.

Según nos contaron personas que asistieron al Santuario del Cobre, la peregrinación en estos días ha sido inmensa.  Muy impresionada quedó Alejandrina García de la Riva, esposa de Diosdado González Marrero, prisionero de conciencia de los 75, quien participó en la caminata, la vigilia y la misa en ese lugar, próximo a Santiago de Cuba.  Católica practicante desde niña, al igual que su esposo e hijos,  viajó desde Matanzas, sobreponiéndose a los problemas familiares y sorteando la vigilancia a la que está sometida por la policía política.

La imagen de la Virgen estuvo acompañada, además de la usual bandera cubana, por una alusión a la unidad del pueblo y la reproducción de la isla de Cuba.  Este nuevo aniversario de la aparición de nuestra Virgen ha sido una oportunidad para la confraternidad, que augura la reconciliación de todos los cubanos, basados en la paz y el amor.