Los hijos de Cachita

Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - La iglesia católica es conciliadora, cuando quiere. Por ejemplo, lo es con el Partido Comunista de Cuba, y en especial con Caridad Diego, encargada de halarle la sotana al Cardenal Jaime Ortega. O cuando la religiosidad popular concentra en un día, el 8 de septiembre, a dos de sus más importantes íconos: la Virgen de Regla y la Caridad.

Con ese espíritu, las procesiones para ambas vírgenes se organizan así: la patrona  de los marineros (Regla), también asociada a Yemayá en la religión Yoruba, pasea el día 7 de septiembre, y la Caridad, el 8.

Hijas de la Caridad, orden religiosa fundada el 29 de noviembre de 1633 por San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, es una sociedad de vida apostólica católica femenina. Por su dedicación a los más pobres, enfermos y  abandonados, las monjas gozaron de una gran libertad de acción, y para ello evitaron la clausura y el convento.

En Cuba, donde la Iglesia Católica y sus ordenaciones son tan constreñidas y vapuleadas, el principio de la caridad dejó de ser mandato divino para convertirse en símbolo de la solidaridad social ante la indigencia material. Por ejemplo, Melissa, de 11 años regaló sus tenis usados a su vecino Walter, de siete, para que fuera a la escuela. Diana, también de 11 años, regaló a Amelia, hermana de Walter, sus zapatillas de ballet. Walter, además, recibió de Orlandito, otro amiguito del barrio, las camisas blancas del uniforme escolar que le quedaron chiquitas.

Esta es sólo la referencia más cercana. Los padres y madres cubanos se ayudan mutuamente sin la existencia de protocolos, ante los escandalosos precios de los productos para niños en el mercado nacional. Entre las prendas que se heredan (entre vecinos, compañeros de aula, y por supuesto la familia), se cuentan los uniformes escolares, la ropa del diario, la de pasear, y los tenis.

Debido a los precios en moneda convertible (un pantalón 11 cuc, una camisa 8 y un par de zapatos 15), no es probable que un matrimonio pueda comprar una muda de ropa al hijo, por no hablar de dos. Es aquí donde entra a jugar la solidaridad.

El 8 de septiembre es la fecha, tradicionalmente, donde se pone a prueba la religiosidad de la nación. Se honra a las vírgenes de Regla y la Caridad. No obstante, el apoyo constante entre los cubanos, y en especial entre los que son padres, convierte a nuestros niños en hijos de la Caridad todos los días del año, porque gracias a ella sobrevivimos.