: Cuba: El Policía Interior 
  I ESPAÑOL I ENGLISH I CONTACTO I ¿QUIÉNES SOMOS? I NOTICIAS POR E-MAIL
 

El  Policía Interior 

Rafael Álvarez  Echevarría 

MADRID, España, septiembre, www.cubanet.org -Todos los cubanos, criados bajo la revolución, llevamos un “policía interior”. Este compañero inseparable nos acompaña a todas partes, nos sugiere con quien reunirnos, nos recomienda a que reuniones asistir, lo que debemos opinar ante desconocidos o, más importante aun, ante conocidos de diferente tinte político, especialmente los tonos del rojo, que ropa utilizar en cada ocasión, etc. El policía interior es una especie de “Pepe  Grillo Político” que va creciendo con nosotros, desde la infancia hasta la vida adulta, y llega a ser parte casi inseparable de nosotros. 

Te lo asignan en casa, desde pequeño. Tus padres o abuelos te dicen frases como: no comentes con otros niños lo que comes en casa, o, nadie puede saber de estas imágenes de Santos que están en el escaparate, y otras más, por el estilo. Muy temprano ya los niños cubanos saben que existe una vida hogareña y  una vida pública. Somos unos en casa y otros en la calle, aprendemos que lo que se habla en casa no se puede comentar en la escuela o en la calle. Así nace y comienza a crecer nuestro policía interior.

Éste nos acompañará  durante toda nuestra vida, alertándonos sobre lo que debemos decir y hacer en cada acto de nuestra vida social. Es un fiel compañero que vela para que nuestros actos se ajusten a la ortodoxia  y nos retribuye con el éxito social.

Desarrolla en nosotros la doble moral; una especie de compartimentación del espíritu, sazonada con cinismo, que nos permite sortear las turbias aguas del mar socialista.
Una vez hemos desarrollado y debidamente entrenado al policía interior, ya estamos listos para ser “el hombre nuevo”. Podemos ir a los “desfiles patrióticos” y gritar cualquier tipo de consigna, sin que nuestra conciencia sufra demasiado, aprendemos a modular el tono de las críticas según la audiencia, a responsabilizar al “bloqueo imperialista” por todos los problemas de nuestras vidas, etc.

En ocasiones, el policía nos dice rotundamente NO, eso no se hace, o eso no se dice. El es quien nos hace mirar a nuestro alrededor antes de susurrar una opinión sincera. Nuestra relación con él se hace tan sólida y estable, que cuando finalmente emigramos, lo llevamos con nosotros y, si no estamos conscientes de su existencia, corremos el riesgo de seguir viviendo con él toda la vida.

Aun  el extranjero, durante mucho tiempo a veces, hablamos de ciertos temas en voz baja,  y  miramos alrededor antes de hacerlo. Afortunadamente, con el tiempo, si estamos conscientes de que ya no lo necesitamos, nuestro policía se va adormeciendo, hasta que finalmente muere.

Entonces…ya uno es libre.

 

 

 

 
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores y autoriza la reproducción de este material siempre que se le reconozca como fuente.